Omar Raúl Mudry (67) fue condenado a 30 años de prisión el 13 de abril de 2011 por siete casos de abusos a menores mientras era responsable del hogar de niños Tabita de Montecarlo.
Fueron tantos los hechos contra los pequeños que estuvieron alojados en dicho albergue mientras el imputado era máxima autoridad del lugar, que no todos pudieron llegar a instancia de juicio. Avanzadas las instancias procesales, finalmente llega a debate otro de los expedientes, en este caso uno que relata la pesadilla que padecieron dos hermanos.
La fecha que fijó el Tribunal Penal 1 de Eldorado para que Mudry se siente en el banquillo de los acusados será desde el próximo lunes 4 de diciembre, continuando el martes 5 y miércoles 6 de ese mismo mes.
La causa a ventilar se inició en 2001, cuando una mujer que no tenía vivienda dejó sus tres hijos -dos varones de 1 y 6 años y una nena de 4- en el hogar Tabita porque no podía mantenerlos. Al año y seis meses, cuando estuvo en una mejor posición económica, regresó por ellos y se los llevó a su casa.
Allí se enteró, de sus propias bocas, el calvario que les tocó vivir, una historia de vejámenes y maltrato que los marcará de por vida.
Corría el año 2008 cuando la mujer denunció el caso en la Justicia penal de Eldorado. La nena y el varón más grande eran obligados a observar cuando el imputado abusaba de otra menor que estaba en el hogar porque no tenía donde dormir ni comer, todo esto mientras hacía que los dos pequeños testigos se tocaran entre sí, según la elevación a juicio firmada por la fiscal de Instrucción eldoradense, Bibiana María Alderice, el 13 de diciembre de 2011 (ocho meses después de la condena a tres décadas por los anteriores casos).
Las víctimas contaron con lujo de detalles en Cámara Gesell que, en ocasiones, debían soportar días de ayuno y en otras, ingerir comidas en mal estado de conservación, agregó la resolución. Para el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, no hubo dudas, el responsable fue Omar Raúl Mudry.
El caso Tabita salió a la luz en marzo de 2008 en Montecarlo, donde funcionaba el hogar de niños desamparados. Fue a instancia de una trabajadora social que tuvo contacto con los menores que vivían en el lugar. Uno de ellos se quebró y contó detalles del calvario que soportaban en el Tabita. Luego se sumaron las otras víctimas.