Los secaderos de té vienen muy complicados desde que comenzó la zafra, sobre todo a raíz de los desastres meteorológicos que impiden, por un lado hacerse del stock necesario de biomasa para encender las calderas, y por otro, porque a causa de lo mismo, la gran mayoría de los teales o estuvieron inundados o los caminos vecinales estuvieron en tal mal estado que impedía sacar la producción de las chacras.
No obstantes, en los últimos días, de la mano de una mejora en las condiciones del tiempo se empezó a trabajar, pero la mayoría de los secaderos no alcanzó el máximo de su capacidad productiva.
“Se trabaja, pero no se llega a hacer stock de chip. Así como llegan los insumos para las calderas se larga el secado y se trabaja hasta que se corta porque se larga a llover”, graficó a PRIMERA EDICIÓN el productor y dirigente Cristian Klingbeil consultado al respecto.
Quien luego añadió: “Ni bien sale un poquito el sol todo el engranaje se pone en marcha, forestales, aserraderos, nosotros los productores y por supuesto los secaderos porque en este contexto no podemos perder ni un solo día”.
“De todas maneras solo alcanzamos a pasar el día, no se llega a hacer un stock como para que todo el sector tenga la tranquilidad necesaria”, finalizó.