¿Qué tanto amor tienes para tu espíritu y tu cuerpo? Si realmente eso se pudiera pesar o medir considero que, muchos seres de esta hermosa humanidad optarían por querer tener lo máximo posible de amor para sí mismo.
Cuando hablamos del amor, más que un simple concepto abstracto y romántico, hablamos de nuestra capacidad humana con sensibilidad suficiente para cuidarnos, atendernos, procurarnos los mejores instantes y momentos, lo más duradero posible de esos estados llamados de felicidad, estados de consciencia, que podemos incluso expandir y que puedan alcanzar a todos los seres vivientes que nos rodean. Si nosotros no lo tenemos, ¿cómo podemos pretender ofrecerlo a los demás? ¿Cómo amar a nuestros seres queridos y al prójimo si no somos capaces de amarnos conscientemente?
El verdadero amor es un estado de consciencia, más allá de una simple inteligencia emocional es desarrollar paso a paso esas capacidades innatas de construir y co-crear, estados sublimes del alma humana en exponenciabilidad transformativa. La evolución de la vida orgánica en constante expansión consciente.
Todo estado de felicidad es cada vez más permanente cuando el ser humano empieza a tomar consciencia de lo que es y representa en los multiversos a partir del aquí y ahora en este plano terrestre, donde la clave de todo estado consciente es el equilibrio: vida-muerte, verdad-mentira, consciencia-inconsciencia, valor-miedo, luz-oscuridad, salud-enfermedad y así sucesivamente toda dualidad es equilibrio perfecto.
Lo que ahora enfrentamos como humanidad es una ruptura con el origen de natural de toda forma de vida, se está perdiendo la conexión con lo sagrado y divino que representa cada ser viviente, las grandes abuelas elementales, tierra-fuego-agua-aire, piedras, plantas, animales, seres humanos. Resultados de esa pérdida de identidad cultural y cósmica=locura irracional, un mundo en involución, lleno de violencia, guerras, hambres, enfermedades, miseria humana y espiritual, por lo tanto manifestada en lo físico y material.
¿Cómo revertir esa involución inconsciente, que tanto daño le está haciendo a la humanidad? Retornando a la madre naturaleza, volver a vivir en armonía con ella y sus elementales, volver al origen imperturbable de la existencia,
Solo entonces podremos despojarnos de ese estado hipnótico y letárgico, para volver a caminar las sendas de la luz, que es la consciencia misma de los seres; aunque la elección siempre ha sido y seguirá siendo personal e individual, para que pueda trascender a lo colectivo.
Nosotros decidimos co-crear nuestras realidades, sublimes o nefastas, todo es una proyección constante de las emanaciones de nuestros estados de consciencia e inconsciencia. Por eso la importancia de la unicidad luminosa de todos los seres vivientes, sintientes y pensantes, para poder co-crear la Nueva Humanidad.
Que el Sagrado Sol siga iluminando tus pasos.
Colabora Karina Holoveski
Mujer Medicina-Chamana.
Whatsapp: 3765-110223