Cada vez debemos ser más conscientes de la importancia de cuidar nuestro bienestar físico y mental, es crucial no pasar por alto un aspecto que a menudo subestimamos: nuestro entorno energético. La noción de que los lugares que frecuentamos, ya sea en el trabajo o en nuestro tiempo libre, pueden afectar nuestra energía personal está ganando reconocimiento y relevancia en la sociedad actual.
La energía que nos rodea: más allá de lo físico
Más allá de la decoración, la iluminación y la disposición física de los espacios en los que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, existe una dimensión menos tangible pero igualmente influyente: la energía. Los lugares concurridos, las oficinas, los hogares y otros entornos tienen su propia vibración energética, que puede afectar nuestra salud y bienestar.
Cuando estamos en algunos lugares, no nos sentimos cómodos, y en otros a pesar de lo que vemos, queremos quedarnos por mucho tiempo. No siempre tiene que ver con las personas sino también con el entorno físico del lugar que está impregnado de cierta energía que indudablemente nos afecta para bien o para mal.
Contaminación energética:
¿qué es y cómo nos afecta?
Así como somos conscientes de la contaminación del aire y del agua, es esencial comprender la contaminación energética. Algunos lugares pueden acumular energías negativas debido a conflictos, tensiones laborales o incluso a la acumulación de estrés y ansiedad de las personas que los habitan. Estos ambientes pueden tener un impacto directo en nuestra energía personal, afectando nuestro estado de ánimo, concentración y salud en general. De igual manera podemos ver la diferencia en lugares donde permanentemente se habla o se transita la enfermedad, no será nunca igual a un lugar abierto y aireado donde se toma contacto con la naturaleza.
Liberación energética: el poder de elegir nuestro entorno
La buena noticia es que también podemos elegir entornos que nos nutran y fortalezcan. Buscar lugares con energías positivas, rodearnos de naturaleza y crear espacios armoniosos puede contribuir significativamente a nuestro bienestar. La conciencia de cómo respondemos energéticamente a diferentes lugares nos permite tomar decisiones informadas sobre dónde pasamos nuestro tiempo y con quiénes compartimos nuestras experiencias.
Tips para el cuidado de la energía
1. Conoce tu entorno
Presta atención a cómo te sientes en diferentes lugares. Si notas que un espacio te deja sintiéndote agotado o estresado, considera hacer ajustes o limitar tu tiempo en ese lugar.
2. Recarga en la naturaleza
La naturaleza tiene una energía rejuvenecedora. Pasa tiempo al aire libre, camina en parques, bosques o cerca del agua para revitalizar tu energía.
3. Practica la limpieza energética
Al llegar a casa, realiza rituales de limpieza energética, como la quema de salvia o incienso. Esto puede ayudar a disipar energías negativas acumuladas durante el día. También puedes rociar tu aura con un spray limpiador cada vez que vuelves o sales de lugares contaminados energéticamente.
4. Cuida tus relaciones
Las interacciones humanas también tienen un impacto en nuestra energía. Rodéate de personas que te inspiren y te brinden apoyo emocional positivo. Busca lugares donde se siente una buena convivencia ya que eso genera placer en el estar.
5. Meditación
La meditación y la atención plena son herramientas efectivas para equilibrar y recargar tu energía personal. Dedica tiempo regularmente para practicar estas técnicas. En última instancia, comprender y cuidar nuestra energía es una parte esencial de nuestro bienestar integral. Al prestar atención a nuestro entorno energético, podemos tomar decisiones conscientes que mejoren nuestra calidad de vida y nos permitan prosperar en un mundo cada vez más interconectado.
Nelson Oscar Gómez
Sanador Pránico
Tel. 3725440291