La 46ª edición del Rally Dakar se puso en marcha este viernes en Arabia Saudita, hasta el próximo 19 de enero, con un recorrido total de 7.891 kilómetros (4.727 de especiales cronometrados) en 12 etapas y una fundamentada expectativa argentina en las categorías de motos y cuatriciclos, por la presencia de pilotos consagrados en el desierto de Medio Oriente.
Unos 20 argentinos figuran inscriptos entre los 778 competidores de todas las divisiones que participarán en la prueba más exigente del mundo motor, que este año, según vaticinaron sus organizadores, exigirá como nunca a pilotos y máquinas que exploren la geografía saudí, escenario del rally por quinto año consecutivo.
La primera estación del Dakar fue un prólogo de 28 kilómetros de velocidad en Al-Ula, un destino ya visitado en ediciones anteriores, pero que en esta oportunidad se adentró en la magnitud del desierto y en una zona emblemática por la presencia de históricos templos. Se largó a las 8.30 hora local (madrugada en Argentina) con un grado de dificultad que cumplió con creces con el objetivo de establecer un ordenamiento por mérito para la primera etapa del sábado, que unió las ciudades de Al-Ula y Al-Henakiyah mediante 414 kilómetros de especial y 147 de enlace.
El mendocino Moreno Flores, subcampeón de las últimas dos ediciones, obtuvo la tercera victoria parcial de su historial de la competencia luego de cubrir la distancia en 21 minutos, 31 segundos, con una diferencia inferior al minuto respecto de su compatriota.
Andújar, campeón en 2021, quedó 21 segundos por debajo y relegó al tercer lugar al francés Alexandre Giroud (Yamaha Raptor 700), ganador del Dakar 2022 y 2023, separado 1:15 del líder de la categoría.
Moreno Flores, de 27 años, disputa su tercera edición del rally más exigente del mundo con la ilusión de alimentar la tradición ganadora de Argentina en los cuatriciclos. La bandera “albiceleste” flameó siete veces en lo más alto del podio al final de la prueba gracias a Marcos Patronelli (2010, 2013, 2016), su hermano Alejandro Patronelli (2011, 2012), Nicolás Cavigliasso (2019) y Andújar (2021).
“Estoy super contento porque el cuatri funcionó perfecto. Hoy puedo festejar pero ya tengo que enfocarme en lo que va a ser la etapa de mañana”, asumió el piloto de Tupungato al llegar al campamento de Al-Ula.
La rigurosidad del prólogo fue un anticipo de dos semanas extenuantes, con casi un 60% de recorrido nuevo y que tendrá como máxima dificultad una etapa maratón de 48 horas, programada en el sexto tramo con forma de rulo en Shubaytah. Durante esos dos días los pilotos no contarán con asistencia y estarán repartidos en ocho vivacs diferentes.
En la tarde del jueves 11, los participantes deberán detenerse en el campamento más cercano en su ruta y allí pasarán la noche hasta el relanzamiento de la competencia. Durante ese tiempo, no dispondrán de conexión ni ningún tipo de información sobre los resultados de sus rivales.
En total recorrerán 781 km, 572 cronometrados, y todos ellos en el Empty Quarter, un desierto donde no hay registro de vida y que cuenta con una superficie de 650.000 kilómetros cuadrados, cubiertos solo por arena, con dunas que alcanzan los 250 metros de altura.
Fuente: Agencia de Noticias Télam