Cansados de la inseguridad y de ser blanco de hechos delictivos, vecinos de la chacra 134 que abarca avenidas como Jauretche, Martín Fierro y Almirante Brown entre otras, dentro del barrio de Santa Rita, piden a gritos que la policía patrulle más la zona y se combata de una vez la seguidilla de robos que aumentó durante el último tiempo.
Geraldine Jara es una vecina que tomó contacto con PRIMERA EDICIÓN y dio detalles de la situación. “Hace un año que empeoró todo desde que una persona vende elementos presuntamente robados a pocas cuadras. Allí van a parar todos los elementos que le roban a los vecinos, los venden por poca cosa o para la droga. Es una situación preocupante”, agregó.
En este contexto la mujer confió que hace bastante tiempo las calles cuentan con poca iluminación y que cada vez que solicitan presencia policial, tardan más de 20 o 30 minutos cuando los hechos ya están consumados. “La policía viene, pregunta si las víctimas saben quienes son los delincuentes, se les dice y no pasa nada. Igualmente, en la mayoría de los casos son chicos u hombres más grandes que vienen de otros barrios”, agregó.
La mujer aseguró que en la comisaría Sexta de la Unidad Regional I, que tiene jurisdicción por el barrio, se denuncian muchos casos, pero no pasa nada.
“Pedimos que patrullen más pero no pasa nada. Hay veces que intentan entrar en las casas dos veces en la misma madrugada y no se puede vivir así”, dijo preocupada.
“Nuestras calles están oscuras, es zona liberada pareciera y estamos hartos de vivir así. El presidente del barrio ganó las elecciones, pero ni vive acá y no se preocupa. Queremos entregarle una nota hace un tiempo, hacerle el reclamo y nunca lo ubicamos”, añadió.
En función a los delincuentes, dijo que son chicos de entre 15 y 20 años, pero hay de otras edades también. Que los hechos comenzaron a repetirse con más frecuencia desde que hay un lugar donde vender las cosas robadas.
“Hace poco a un vecino le robaron algo (un compresor) y estaba en ese lugar. La policía ni siquiera pregunta de donde el hombre saca todo eso para vender, él dice que lo compra de buena fe, se lo sacan y le devuelven al propietario y es como si no pasara nada”, insistió la mujer.
Siempre de acuerdo a dichos de la vecina, la referencia es para una persona que aparentemente comercializa cualquier clase de elementos y que los vecinos creen que son en su gran mayoría objetos robados. Al respecto, la policía no se manifestó en función de la ilegalidad del lugar porque no tendría fachada de “aguantadero” sino más bien de una casa normal y es por eso que la policía no se podría hacer nada.
Todo esto según vecinos que preocupados por la situación y las pocas respuestas recibidas ante sus reclamos, optaron por viralizar la situación en redes sociales y en medios periodísticos.