Stand Up, SUP, Surf de remo, Stand Up Paddle, Surf de Pala… ¿Te suena alguno de estos términos? ¿No? Bueno, como podrás suponer, todos se refieren al paddle surf. Hay muchas maneras de llamarlo, pero su nombre original viene nada más y nada menos que de Hawái que, por otro lado, teniendo en cuenta que se trata de un deporte que proviene del surf, no nos extraña. La diferencia con éste es que no necesitamos olas.
En el archipiélago estadounidense lo conocen como “Ku Hoe He’e Nalu”. No, no es necesario que intentes pronunciarlo. Nosotros tampoco sabemos cómo se hace (risas). En español significa, literalmente, “remo de pie”.
El paddle surf se define como un deporte en el que nos deslizamos sobre cualquier superficie de agua arriba de una tabla de surf, de pie, e impulsándonos y desplazándonos gracias a la fuerza que nuestros brazos ejercerán en un remo. Suena fácil, ¿no? De hecho lo es.
Origen del paddle surf
Aunque el origen de este deporte se atribuye a los instructores de surf, hay indicios de que civilizaciones tan antiguas como la de los egipcios ya practicaban algo parecido hace más de 3.000 años.
Si atendemos a la actualidad, la realidad es que el paddle surf podrá tener unos 60 años aproximadamente y nació en Hawái (1960), concretamente en la playa de Waikiki. Habría surgido de la necesidad de los instructores de surf de ponerse de pie en la tabla para lograr controlar y dirigir mejor a los grupos, visualizar las olas más rápidamente y poder hacer fotos a sus clientes. El orgulloso padre de este deporte es John Zapotocky, un surfista originario de Waikiki que decidió empezar a ponerse de pie en la tabla con un remo en la mano mientras enseñaba a sus pupilos. Había nacido el paddle surf.
John Zapotocky, padre del paddle surf
No fue hasta 2008 cuando este deporte comenzó a hacerse hueco en España. La extensión de costa que tiene y la cantidad de ríos y pantanos con los que cuentan hacen que sea un país con unas condiciones propicias para practicarlo. Hoy en día ya son muchos los españoles adeptos al paddle surf. Incluso algunos se han colado ya en importantes competiciones internacionales de este deporte.
¿Quién puede practicarlo?
Aunque estamos acostumbrados a ver practicar esta actividad en el mar, y es el lugar más común, también puede realizarse en embalses, lagos, ríos o cualquier otra superficie acuática que reúna las condiciones para hacerlo.
El auge del paddle surf no es gratuito. Se lo ha ganado a pulso. Y es que es un deporte muy accesible y fácil de practicar. No es necesario estar en plena forma física ni tener unas facultades especiales. Se trata de una actividad que se realiza a baja intensidad. Tampoco importa la edad. Lo practican niños, jóvenes y mayores. Solo tienes que tener ganas y sacar un ratito para surcar las aguas. Además, ¡puedes hacerlo en familia!
Quizá al pensar en su relación con el surf creemos que aprender este deporte tiene algo de dificultad, pero para nada. Con dos o tres sesiones de aprendizaje estarán deslizándose por encima del agua como si hubieran nacido para ello.
Dentro del paddle surf hay varias modalidades de las que hablaremos en próximos artículos. Sin embargo, si están dudando si comenzar a practicarlo o no porque les da un poco de temor, tengan en cuenta que la modalidad light del paddle surf es el modo travesía, en el que solo deben ser capaces de mantenerse estables arriba de la tabla y dedicarse a dar agradables paseos. Ni tan mal, ¿no?
Estos son algunos de los beneficios de practicar SUP
• Se utilizan prácticamente todos los músculos del cuerpo.
• Se estimula la fuerza muscular.
• Se estimulan los músculos posturales.
• Se pueden evitar problemas de cadera, rodillas, tobillos, espalda alta, media y baja, así como futuras complicaciones como hernia de disco, todo a través del estímulo adecuado de los músculos posturales.
• Consumo energético elevado.
• Se estimula la capacidad aeróbica así como la resistencia muscular.
• Se estimula la capacidad explosiva y la generación de fuerza muscular.
• Se desarrolla un cuerpo simétrico y más atractivo.
• Ayuda a prevenir caídas en la vida diaria.
• Se mejora la autoestima y la relajación.
• Se logra una conexión con la naturaleza difícil de superar.
* Fuente: deportesmoya.es