El grupo Catedral de Alcohólicos Anónimos fue fundado el 14 de enero de 1974 en el mismo lugar donde este viernes se realizó el festejo por su 50 aniversario desde la creación por parte de la hermana Regina Sian. Durante la reunión en el salón Estrada, se realizó un panel a cargo de profesionales, alcohólicos recuperados y miembros de los grupos de familia.
Juan Gustavo Marín, subsecretario de Abordaje de las Adicciones y profesional médico que acompaña a los distintos grupos de la ciudad, dialogó con PRIMERA EDICIÓN y contó cuál es el trabajo que se realiza en estos espacios y cuales son las problemáticas más frecuentes en cuanto al consumo de alcohol.
“El grupo de Doble A en todo el país y en todo el mundo ha generado muchos cambios y esto nosotros tenemos que anunciarlo, tenemos que comentarlo, porque como Alcohólicos Anónimos ellos necesitan de otras personas para que esto se pueda promover en todos los espacios y en la provincia tanto en Posadas como en otras localidades del interior”, comenzó diciendo.
Asimismo agregó: “Ellos tienen diversos grupos de autoayuda, los cuales están integrados justamente por alcohólicos que van a ayudar a otros y cumplen con la regla de los doce pasos. Con estos 12 pasos buscan la sanación del cuerpo, del alma y del corazón. La sanación integral es la situación de ayudar al otro con lo cual, esto de autoayuda es real y eso se vive en los grupos y con cada persona que pasa por ellos. Por eso nosotros lo recomendamos como parte de la Secretaría de Prevención de Adicciones también”.
En cuanto a los datos con los que cuenta la secretaría provincial señaló: “Lo que nosotros tenemos como estadística de atención también es que el mayor número de problemas es el consumo de alcohol. Cerca del 70% de las personas que consultan consumen alcohol, además de alguna otra sustancia con lo cual, el alcohol podemos decir que sigue siendo la puerta de entrada del consumo de otras sustancias sea tabaco, marihuana, cocaína, etc”.
Marín señaló que es crucial trabajar con los jóvenes y prevenir la ingesta de las bebidas alcohólicas antes de los 18 años debido a los graves efectos que pueda provocar: “Tenemos que seguir trabajando en la prevención del consumo antes de los 18 años, es dañino para el cerebro, nos va a producir daño probablemente permanente y que después los 18 años si hacemos las clásicas borracheras que por ahí pasan o el consumo en exceso se vuelve algún tipo de problema para sí o para terceros. Lo vamos a tener tarde o temprano y eso lo vamos a lamentar”, detalló.
Por otro lado, habló de cómo son las consultas ante los problemas de alcoholismo y expuso: “La mayoría de las veces que se hace la consulta en los espacios de salud lo hace un familiar, no lo hace el paciente porque no considera que tiene un problema, con lo cual hay que tratar de que los familiares traten de hacer llegar lo más tempranamente posible a esa persona que está consumiendo en exceso para evitar problemas mayores”.
Por último, el subsecretario hizo una reflexión sobre el consumo de alcohol en los distintos grupos de la sociedad pero principalmente en los jóvenes: “Las recomendaciones son las de siempre, evitar el primer consumo eventualmente si ya viene consumiendo alcohol regularmente, evitar el exceso y también evitar esta cuestión de consumir y manejar, o consumir y hacer alguna otra actividad que involucre a terceros, esto es para evitar cualquier tipo de accidente. Cómo prevención primaria lo ideal es no probar, no es necesario probar alcohol para ser parte de un grupo, no es necesario probar alcohol para divertirnos, no es necesario probar alcohol en ninguna otra circunstancia, o solamente en la fiesta, podemos divertirnos sin alcohol”, cerró.
Daniel
“Daniel”, como nos pidió llamarse para esta entrevista, es un alcohólico en recuperación y forma parte de un grupo de doble AA, estuvo presente en la reunión de ayer y se animó a dialogar con PRIMERA EDICIÓN. Aquí un resumen de sus palabras:
“Hoy estoy bien, el récord mundial para un verdadero alcohólico como yo son 24 horas sin alcohol. Hoy estoy feliz, porque yo en alcohólicos anónimos encontré la paz y la armonía en mi corazón. Abrir el alma, abrir mi corazón, para una nueva vida. Hoy estamos disfrutando en esta hermandad, que tiene una filosofía de vida muy linda. No es religiosa, no somos un partido político, sino que compartimos experiencias”, dijo.
A esto agregó: “Nosotros tenemos ganas de seguir viviendo, ganas de darse cuenta que nos estaba matando, que nuestra enfermedad es un autoengaño donde hoy tomo, mañana no tomo más y al rato estás borracho de vuelta. La enfermedad es más mental que física. El alcoholismo tiene tres etapas: el uso, cuando tomás de vez en cuando y no te emborrachás; después el abuso, cuando voy a buscar el efecto en el alcohol, y la dependencia cuando ya te atacó la cabeza, el sistema nervioso y ya vienen los problemas en la familia, ya se pierde la familia; la discordia porque el alcohol no une, desune. El alcohol mata”.
Irónicamente y por otro lado con cuánta verdad, señaló que esta enfermedad es como si los transformara en niños. “Somos tan orgullosos, somos niños en el cuerpo de un hombre, porque somos caprichosos, rebeldes, soberbios, creemos lo que no es. Por eso se llama la enfermedad del autoengaño. Nosotros en este grupo somos un grupo de servidores”.
Finalmente, destacó que “el problema está en el alma de las personas, no está en el cuerpo, ni en la mente, y la gente no entiende eso. La sociedad, no entiende porque dice ¿qué no va a poder dejar de tomar? Yo escucho: ‘sí puede dejar de tomar, lo que pasa es que no quiere’. Por eso siempre digo que solo un borracho entiende otro a borracho”.