El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, advirtió que el sector atraviesa una crisis “inédita” y que la paralización de la obra pública “seguirá por un largo plazo”, al tiempo que calculó la deuda del stock de las cerca de 3.500 obras inconclusas en 300.000 millones de pesos.
El dirigente alertó que “la obra pública está prácticamente sino totalmente paralizada en todo el país. Independientemente del origen de los fondos, de si son nacionales, provinciales o municipales, las obras están frenadas”.
Weiss explicó a Noticias Argentinas que son cerca de 3.500 obras públicas sin terminar en todo el país. “Hay desde grande obras de infraestructura hasta lo que se dice cordón cuneta. Entre aquellas que ya han sido facturadas y la que está en trámite, la deuda debería ser del orden de los 300.000 millones de pesos”, precisó.
“El Gobierno quiere que se concesione todo lo que sea y las obras las hagan los privados, pero (el ministro de Infraestructura) Guillermo Ferraro sabe que hay obras que no se pueden hacer por el sector privado porque no tienen rentabilidad y las tiene que encarar el Estado”, remarcó el titular de CAMARCO.
“Por ahora Ferraro dice que van a seguir las obras que tienen fondos internacionales, del Banco Mundial, del CAF o del BID. Las que son con fondos locales no sabemos porque aún no se informó qué dinero hay disponible y hasta tanto no se ordene este problema inflacionario las obras no van a continuar”, agregó.
Sin embargo, y pese al crítico escenario, Weiss aseguró: “Si hoy viene Ferraro y me dice ´acá tenés la plata, empezá a hacer las obras´, no lo hago, porque pierdo plata por la inflación”.
El presidente de CAMARCO presentó sus dudas respecto de la suerte del RIGI, el régimen de promoción de inversiones con el que el Gobierno busca tentar fondos externos.
“Me parece bien que venga todo el capital privado que pueda porque el déficit de infraestructura es gigantesco, pero no van a venir con esta macro. Además en el mundo, el porcentaje de desarrollo de la obra pública en manos privadas es minoritario, no más del 15%. El 85% de las obras las encara el Estado y eso Ferraro lo tiene claro”, analizó.