El calor no deja de escalar en el sector yerbatero misionero. Y no solamente por la ola de altas temperaturas que azota a la provincia desde hace semanas, sino por la tensión que atraviesa a todo el sector primario, que lucha por un lado contra la ola desregulatoria que amenaza esta economía, mientras, al mismo tiempo, lidia con posturas encontradas y desconfianzas internas que cada vez quedan más en evidencia.
Justamente, en las últimas horas un grupo de productores autoconvocados en Andresito pateó el tablero y, en una asamblea celebrada el viernes a la noche, aceptaron una propuesta que surgió del diálogo con el sector industrial y le pusieron fin así al cese de la cosecha, que impulsaron diferentes asociaciones yerbateras aliadas a los hermanos Petterson, que aspiraban a $505 por el kilo de hoja verde.
En resumen, la oferta que hicieron representantes de secaderos y molinos es la de pagar al contado $370 por el kilo de hoja verde, ajustando ese número de manera mensual (en un promedio del 20%) hasta llegar y superar esos $505.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el productor de Andresito, Víctor Chamula, reconoció que $370 es un precio que lejos está de cubrir los costos de los productores, pero argumentó que es “lo máximo que pueden pagar hoy los secaderos y molinos”. Además, valoró que esa cifra está por encima de los de $240 que establece la grilla oficial del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y de lo que podrían sujetarse los industriales para no dar un incremento.
Chamula atribuyó la decisión de los productores de Andresito a la “extrema necesidad” de iniciar la cosecha de yerba mate. “Estamos todos ahorcados, estamos todos en el horno”, resumió.
En ese contexto, sostuvo que cada día sin actividad, repercute en la mano de obra que luego van a necesitar para levantar la cosecha. Cabe recordar que, tal como lo contó oportunamente por primera vez este Diario, muchos trabajadores rurales están optando por ir a Brasil, algo que ocurre siempre en esta época, pero que se profundizó este verano por la brecha cambiaria.
“Está previsto después de esta sequía que empieza a llover por demás, ahí va a empezar la caída de hojas. Por eso que necesitamos cosechar ya”, agregó.
“Ellos (sector industrial) nos manifestaron que también tienen que acomodar sus números”, acotó.
Efecto dominó
Lo que ocurrió en la principal zona productora lejos está de ser algo menor. Por lo contrario, evidenció una grieta que hay entre los productores donde en silencio se están jugando varios partidos para ver quién se queda con la representatividad de este sector.
De acuerdo a lo que pudo saber este Diario, el grupo de autoconvocados de Andresito se formó este mes luego de uno de los tractorazos que se replicaron en diferentes puntos de la provincia en reclamo de un reajuste de precios.
La maniobra en cuestión o no pasó desapercibida para el ala más “misionerista” que tiene el sector primario yerbatero y cuyos voceros son los hermanos Julio y Jonas Petterson, el primero subsecretario de asuntos yerbateros del Ministerio del Agro y el segundo director por la producción del INYM y responsable temporal del organismo yerbatero, a la espera de ver lo que ocurra con la designación congelada del puertista Daniel Notta.
Julio, desde el Ministerio del Agro, fue el encargado de impulsar el pedido por los $505 por el kilo de hoja verde primero y el cese de la cosecha después. Todos los movimientos fueron hechos bajo la premisa de “defender el bolsillo del productor”, pero algunos de ellos descreen de las “buenas intenciones” de los hermanos.

Por el contrario, diferentes productores ven en cada movimiento de los Petterson un intento por quedarse con el mercado yerbatero en detrimento del INYM. Sin embargo, esas voces son muy claras en cuanto a su postura: “Esto es con el INYM o no existe”, sentenció un referente yerbatero de la zona centro.
Sin embargo, desde el sector más cercano a los Petterson descreen de Chamula y del grupo de autoconvocados de Andresito y cuestionaron el acuerdo logrado con el sector industrial.
“Habría que ver quiénes son (los productores autoconvocados de Andresito) porque de acuerdo a los nombre que vi, no tienen ni una planta de yerba plantada”, marcó una de las voces consultadas desde el sector de los Petterson desde el INYM. La misma fuente calificó como una “locura absoluta” el acuerdo logrado de $370 por el kilo de hoja verde.
No obstante, ayer, en una asamblea que se realizó durante la tarde/noche en San Pedro, la propuesta que hicieron los industriales en Andresito se sometió y a consideración encontró un respaldo unánime entre los productores presentes, quienes sí rechazaron categóricamente entregar la yerba a consignación.