El salario real cayó en 2023 por sexto año consecutivo en un contexto de aceleración inflacionaria, especialmente en el último bimestre luego de la derrota del Gobierno de Alberto Fernández por el sinceramiento de precios relativos y el impacto de la devaluación. Y la perspectiva de los analistas es que 2024 será el séptimo año seguido con caída del salario real.
Según el índice de Salarios de diciembre del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundido el viernes último, el nivel general de sueldos registró en diciembre un 8,9% respecto al mes anterior, y verificó una suba interanual de 152,7%.
De esta forma, el salario perdió ampliamente la carrera contra la inflación que en diciembre fue de 25,5 % y cerró 2023 en 211,4%.
Y en el corto plazo, las perspectivas son desalentadoras. Los analistas advierten que el deterioro del salario continuará en el primer trimestre del año con una retroceso superior al 10%, y avizoran que se profundizará la disparidad salarial entre distintos sectores.
Por lo pronto, la inflación de enero fue de 20,6% con lo cual se desaceleró en relación a diciembre, pero se mantuvo en un nivel alto. Y en este contexto, se realizará este jueves la primera reunión del Consejo del Salario del Salario Mínimo, Vital y Móvil de la era de Javier Milei.
¿Cómo cerró 2023?
“Los salarios sufrieron en diciembre una pérdida mensual en términos reales del 13,2% en promedio y deterioro de 18,9% interanual, retrocediendo 20,5% entre agosto y diciembre.
Tomando como base el dato de los salarios privados de trabajadores estables (RIPTE), cuya serie disponible es más extensa, la contracción mensual fue la más importante de la serie que se inicia en 1994, dando cuenta de un salario real que volvió a niveles de septiembre 2003”, destacó el trabajo.
Un informe de la consultora Ecolatina indicó “a lo largo del año la caída promedio del salario de la economía fue de 3,7% interanual, marcando el sexto año consecutivo de pérdida del poder adquisitivo”.
Asimismo, la consultora Outlier remarcó que “la caída real de los salarios privados formales fue de 11,2% en diciembre y superó el 15% en el acumulado anual, dejándolos en valores que no se veían desde el último semestre de 2003, en 20 años”.
Y subrayó que “la caída fue más abrupta en términos de tipo de cambio oficial, producto del sinceramiento cambiario que ocurrió durante dicho mes”.
El sector privado no registrado, es decir el de los trabajadores informales, fue el que más sufrió la pérdida del poder adquisitivo ante la presión inflacionaria. Un análisis de la consultora ACM precisó que en términos reales, el poder de compra de este segmento padeció “una caída del 30,9% en todo 2023”.
“De esta forma, la gestión de Alberto Fernández culminó con un crecimiento en el Índice de Salarios de 881,8%, mientras que la variación del nivel general de precios fue de 1.147%. En los últimos cuatro años los salarios reales se redujeron 21,2%.
Si bien todos los sectores exhiben resultados negativos, los salarios del sector privado no registrado fueron los más afectados, registrando una caída de 44,2% en dicho período”, detalló.
En tanto, el sector privado registrado fue el que menor pérdida de poder adquisitivo verificó, con una disminución del salario real cercana al 14% durante ese período.
A su vez, el analista Nadin Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), resaltó en su cuenta de la red social X la “significativa caída real anual del salario en diciembre de 2023: los trabajadores públicos tuvieron una caída real del 20,2%, los privados una del 14,7% y los trabajadores informales una del 31%”.
Y calculó que “en los 72 meses que transcurrieron entre enero de 2018 y diciembre de 2023, los trabajadores privados formales perdieron el equivalente a 10,5 sueldos, los públicos a 12,6 sueldos y los informales a 19,1”.
¿Qué se espera para el primer trimestre?
Ecolatina planteó que “el shock nominal que significó la devaluación y que continuará con las sucesivas subas de tarifas y precios regulados se trasladará a la dinámica salarial” aunque sostuvo que “la fuerte recesión actuará moderando las demandas salariales”.
Y acotó que “si bien seguramente veremos sindicatos -en algunos casos importantes- que lograrán acuerdos virtualmente indexados a la inflación pasada, no esperamos que esto sea un fenómeno generalizado”.
Así, la consultora prevé “una continuidad del deterioro del poder adquisitivo a lo largo del verano, que estimamos será de superior a 10% pero que además profundizará la disparidad salarial entre distintos sectores”.
En sintonía, Francisco Ritorto, economista de ACM aseguró que “la mayor pérdida será en este primer trimestre”. Y estimó que “es esperable que en este primer trimestre la caída del salario real del sector privado sea cercana al 10% y en el informal en torno al 20%, y que luego se recomponga en caso de que la inflación comience a desacelerar para mitad de año”.
Por su parte, Eliana Scialabba, Directora Ejecutiva del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI) dijo que “estimamos que la inflación ya ha llegado a su máximo en diciembre, y a partir de marzo o abril ya podríamos ubicarnos con una tasa mensual de un dígito, aunque la recuperación del salario real dependerá fuertemente del poder de negociación sectorial”.
“Seguramente el sector privado registrado será el que más rápido deje atrás la caída del poder de compra, en torno a los meses de fuerte desaceleración de la inflación, mientras que los más rezagados serán los trabajadores informales. Pese a todo, será difícil ver una recuperación del salario antes del segundo semestre”, auguró.
¿Inflación o salarios, quién ganará la carrera en 2024?
La Fundación Capital señaló que “de cara a 2024, prevemos que se profundizará el uso de las herramientas que aceitaron la discusión salarial el año pasado, acuerdos de menor extensión, actualización en el salario base sobre el cual se aplican los aumentos, otorgamiento de sumas fijas”.
Y destacó que “en enero, sin precios de referencia ante la falta de una pauta de ingresos oficial y en un contexto de alta incertidumbre, los acuerdos entre sindicatos y cámaras empresariales se volvieron aún más cortos que en 2023, negociándose bimestralmente o incluso mes a mes”.
No obstante, la consultora vaticinó que “en el marco de una actividad resistiéndose, se vislumbra un poder de negociación que podría menguar, dificultando la posibilidad de empardar a la inflación y recomponer lo perdido”.
“Considerando nuestro escenario base en el que la actividad económica se contrae fuertemente (-4,3% interanual), el poder de negociación de los gremios se podría ver limitado hacia delante. Así, prevemos una baja en el salario real del sector formal en 2024 de 10,5% interanual, sumando el séptimo año consecutivo de caída”.
La consultora alegó que “en períodos de caída de la actividad, los sindicatos suelen priorizar el mantenimiento del empleo, en particular esto podría evidenciarse en aquellos sectores productivos que dependen en mayor grado de la demanda interna (dada la fuerte contracción que sufrirá el consumo, -7,4% interanual estimado)”.
“Por el lado de los estatales, se estima que la contracción será aún mayor considerando el fuerte recorte que prometieron las autoridades en el gasto público (-0,5% del PBI en gastos de funcionamiento, donde predomina el gasto en salarios)”, argumentó.
Y enfatizó que “esta intención ya se evidenció con la publicación de la Resolución 28/2024, en donde el Gobierno nacional busca poner un techo a las negociaciones, atando la actualización salarial al presupuesto disponible”, por lo que proyectó que “el salario del sector público verificará una contracción del 21,3% interanual”.
Sector informal
Asimismo, la consultora pronosticó que “el salario del sector informal continuará exhibiendo el peor desempeño, finalizando el año con una caída del 25% interanual”.
De igual mirada, Ritorto aseveró que “la inercia inflacionaria en esta primera parte del año, junto con el todavía vigente realineamiento de precios relativos, permiten prever nuevamente una caída del poder adquisitivo de los salarios” en 2024.
Y concordó que “es probable que en la dinámica actual profundice los procesos de negociación vistos el año pasado, pero con un mayor acortamiento de los acuerdos: acuerdos con negociaciones y actualizaciones en un menor plazo, como puede llegar a ser bimestral o mensual”.
Sin embargo, Ritorto esgrimió que “a pesar de unas paritarias más aceitadas contra la inflación, esta carrera contra los precios no resulta sencilla: la caída de la actividad económica refuerza la pérdida del poder adquisitivo y contiene las negociaciones salariales por que en un escenario como este el poder de fuego de las negociaciones es menor”.
El analista precisó que “es difícil determinar (la caída que tendrá el salario este año), dependerá en gran parte de cómo evolucione la inflación a partir del segundo trimestre; en caso de que la inflación desacelere tal como espera el mercado, esa caída debería suavizarse y empezamos a ver una recomposición de los ingresos en el segundo semestre, pero en definitiva, los ingresos en general de la población, en términos reales. volverán a caer respecto a la inflación este año”.
Por su parte, Scialabba comentó que en 2024 “vemos difícil un empate del salario a la inflación, más que nada por el arraste inflacionario previo y la corrección de precios relativos que se implementará en los próximos meses, pero sí estimamos una caída salarial menor a la del año pasado, siempre y cuando también pueda ordenarse el panorama político”.
Para atrás
En los 72 meses que transcurrieron entre enero de 2018 y diciembre de 2023, los trabajadores privados formales perdieron el equivalente a 10,4 sueldos, los públicos a 12,4 sueldos y los informales a 19,0 sueldos, destaca un análisis elaborado por el IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal).
Esto significa que, si bien los trabajadores privados formales cobraron 72 sueldos, respecto a 2017 fue equivalente a cobrar 62 sueldos (una pérdida promedio del 14,4%). En el caso de los públicos fue como cobrar 60 sueldos mensuales de 2017. Y, en el caso de los trabajadores informales, fue equivalente a 53 sueldos de 2017.
En todo el año 2023, los trabajadores privados formales terminaron perdiendo un 19,2% del poder adquisitivo de 2017, los trabajadores públicos un 19,9% y los informales un 45,3%, dice el IARAF.