Este jueves se cumplen 10 años de la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante más buscado por México y Estados Unidos.
El líder del Cártel de Sinaloa fue atrapado sorpresivamente en la madrugada del sábado 22 de febrero de 2014, luego de permanecer trece años prófugo tras escapar de prisión en 2001.
Guzmán fue detenido a las 6 locales en un resort de la ciudad costera de Mazatlán (Sinaloa), adonde habría llegado dos días antes desde su “base” en Culiacán, en un operativo realizado con información de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), sin aparentemente un solo disparo.
“El Chapo” Guzmán se había escapado en 2001 de la prisión de Puente Grande, Jalisco (oeste), considerada de máxima seguridad, escondido en un carro de lavandería.
Además de ser el narcotraficante más buscado por Estados Unidos, Guzmán era considerado por la revista Forbes como el delincuente más poderoso del mundo con una fortuna estimada de 1.153 millones de dólares.
Como líder del cártel de Sinaloa, considerado el más importante de México, “El Chapo” era uno de los principales exportadores de cocaína y marihuana a Estados Unidos.
Por su captura, la fiscalía general mexicana ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos locales (unos 2,3 millones de dólares) mientras que Estados Unidos había puesto un precio de cinco millones de dólares.
Poderoso el chiquitín
Apodado “Chapo” como diminutivo de “chaparro” (por su corta estatura de 1,55 m), Guzmán nació el 4 de abril de 1957 en Badiraguato, Sinaloa, y era considerado el narcotraficante más poderoso de México.
Según informes de la fiscalía general, se involucró en el crimen en la década de 1980, cuando fue reclutado por Miguel Angel Félix Gallardo, “El Padrino”, quien era entonces el narco más poderoso en México y líder del cártel de Guadalajara.
Tras la captura de Félix Gallardo en 1989, las pugnas al interior del cártel de Guadalajara lo condenaron a desaparecer y Guzmán se trasladó a Sinaloa, donde fundó su propia organización, mientras que el
otro bando, el de los hermanos Arellano Félix, sobrinos de “El Padrino”, crearon el cartel de Tijuana.
Cercado por ese cártel, “El Chapo” se refugió en Guatemala donde fue detenido cerca de la frontera con México el 9 junio de 1993 y entregado a autoridades mexicanas. Guzmán fue internado en el penal de Puente Grande, del que escapó original y misteriosamente el 19 de enero de 2001.
Tras su evasión, el poder de “El Chapo” creció a golpe de alianzas con otros grupos criminales, que un día eran válidas y otras no, hasta romper prácticamente con todos los cárteles para desatar un sangriento enfrentamiento por el control de las rutas de las drogas, principalmente en la zona del Pacífico y la porción central de la frontera mexicana.
Cómo fue su captura

En el número 408 del condominio Miramar, en el malecón de la ciudad de Mazatlán, terminaron trece años de persecución. Allí, a las 6.40 de la mañana del 22 de febrero de 2014, fue detenido Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, el narcotraficante más buscado del mundo.
Junto al capo del cártel de Sinaloa fue detenida sólo una persona más.
Según el entonces Procurador General de la República de México, Jesús Murillo Karam, el operativo fue “impecable” y sin disparar un solo tiro. También fue, dijo, el resultado de meses de planeación y seguimiento.
El lunes previo, luego de operativos de la Policía Federal, la Marina y la PGR en Culiacán -capital del norteño estado de Sinaloa- y Tijuana (Baja California), se informó la captura de Joel Enrique Sandoval Romero, alias “El 19”, jefe de sicarios del cártel de Sinaloa.
En el operativo, realizado el 13 de febrero, fueron detenidas otras nueve personas, todas ellas señaladas como asesinos al servicio de la organización criminal de “El Chapo”.
Dos días después, también en Culiacán, se detuvo al siguiente en la lista, alias “El 20” o Jesús Peña, a
quien se describió como el jefe de seguridad de Ismael “El Mayo” Zambada, quien reemplazó a “El Chapo” como líder.
Quienes manejaban los hilos de las operaciones sabían que el cerco sobre Guzmán Loera se estaba estrechando. Los periodistas de la región también notaron que algo importante estaba pasando en Sinaloa.
Una reportera relataría que la llegada de elementos de la Marina a Culiacán mostraba que algo grande estaba ocurriendo, pues sólo van a la ciudad “para alguien pesado”. El hecho de que los efectivos de la Marina se quedaran en un búnker en Culiacán, dijo la periodista, sólo confirmó las sospechas.
Esa misma semana otro operativo mostró la dirección en la que buscaban las autoridades: la casa de Griselda López Pérez, ex esposa de “El Chapo”, también fue allanada.
Los operativos realizados entre el 13 y el 17 de febrero fueron contra “domicilios en los que acostumbraba a estar” el capo. “En algunos de ellos, inclusive -lo que dificultó la detención- se encontró que estaban conectados por medio de túneles con siete casas, ubicadas no sólo por túneles sino utilizando también el propio drenaje de la ciudad”.
“Las puertas de las casas en las que se intervino estaban reforzadas con acero y eso hizo que los minutos que nos tardamos en abrirlas sirvieran para el escape por los túneles”, reveló Murillo Karam.
El operativo final se llevó a cabo en un condominio de dos torres. “El Chapo” había llegado sólo dos días atrás y sin custodia. Antes de las siete de la mañana, integrantes de la Marina sacaron del lugar a varias personas en paños menores y las llevaron hasta un helicóptero que esperaba a unos 30 metros. Terminaban así trece años de búsqueda.
El “Chapo” en 10 claves
- Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del poderoso y temido Cártel de Sinaloa, era un prófugo legendario, al grado de que fue calificado como el Osama bin Laden de México.
- La captura de Guzmán puso fin a una búsqueda de muchos años. Se dijo que vivía en todas partes, desde Argentina hasta Guatemala, desde que en 2001 escapara de una prisión, oculto en un vehículo de lavandería, un hecho que alimentó su fama.
- En vista de que empleados de la propia prisión lo ayudaron a fugarse, por años circularon rumores de que fue ayudado y protegido por el Gobierno mexicano. Años después se dijo que el gobierno del expresidente Felipe Calderón pareció enfocarse en atacar a los cárteles rivales del Cártel de Sinaloa.
- En más de una década de estar huyendo de la justicia, Guzmán llegó a ser de un capo de medio rango a ser el traficante de drogas más poderoso del mundo.
- Acumuló una fortuna superior a los 1.000 millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, que lo incluyó en su lista de las “Personas más Poderosas del Mundo” y lo colocó arriba de los presidentes de Francia y Venezuela.
- Su Cártel de Sinaloa se volvió más sangriento y poderoso, controlando gran parte de las lucrativas rutas de tráfico a lo largo de la frontera con Estados Unidos, incluyendo ciudades estratégicas como Tijuana y Ciudad Juárez. La lucha de poder de Guzmán contra cárteles locales causó baños de sangre en Tijuana e hizo de Juárez una de las ciudades más peligrosas del mundo.
- En poco más de un año, la mayor redada de la policía fue una carga de 134 toneladas de marihuana relacionada con el Cártel de Sinaloa, además de un laboratorio gigante de metanfetaminas en el oeste de México y cientos de toneladas de precursores químicos incautados en México y en Guatemala.
- Los tentáculos de su cártel se extendían desde Argentina hasta Australia gracias a un sofisticado sistema de distribución internacional de cocaína y metanfetaminas.
- Guzmán hizo todo eso con una recompensa de 7 millones de dólares sobre su cabeza y mientras evadía a miles de policías en Estados Unidos y otros países dedicados a su captura.
- “El Chapo” era glorificado en un tipo de música regional mexicana conocida como “narcocorridos” y se dice que había disfrutado de la protección de todo tipo de personas, desde humildes pobladores en los escarpados cerros y montañas de Sinaloa hasta poderosos estamentos.
Su influencia en Misiones y el NEA
Según publicó en su momento PRIMERA EDICIÓN, en mayo de 2011 la prensa mexicana había afirmado que el Cártel de Sinaloa liderado por “El Chapo” Guzmán había ampliado su campo de operaciones hacia las provincias más pobres del norte argentino, entre ellas Misiones, y había establecido centros de producción, acopio y distribución de drogas.
El Diario de México afirmaba en un extenso informe -basado en datos oficiales- que, arropada por algunos cultos de distintas creencias religiosas de la región, “esta organización ha logrado mantenerse a salvo de operativos policíacos y desde hace años se ha vinculado con algunas de las comunidades locales, que le brindan la protección que requiere”.
El modus operandi gracias al cual el Cártel de Sinaloa pudo desplazarse y trabajar en Argentina “tiene
como uno de sus ejes a estos cultos”, sostenía entonces el especialista e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Edgardo Buscaglia, al ser consultado por el citado matutino en aquella fecha.
Argentina fue elegida por “El Chapo” para “diversificar sus posiciones” y “minimizar riesgos”.