Algunos secaderos de la provincia de Misiones darán por finalizada la zafra tealera desde esta semana, confirmando así la crisis por la que atraviesa una de las principales economías de la tierra colorada.
La decisión se la comunicaron los industriales a los representantes de los productores en la reunión de la CoProTé llevada adelante la semana pasada en Campo Viera donde también participaron autoridades del Ministerio del Agro y la Producción.
En el cónclave, además, anticiparon que paulatinamente otros secaderos irán concluyendo la zafra, la que se estima finalizará a finales de abril.
Es decir la cosecha de té en la principal provincia productora terminará antes de lo previsto (por lo general finaliza en junio) concretando así una de las campañas más cortas de la que se tiene memoria en el corto plazo.
Causas
Contrariamente a lo que puede pensarse, que la cosecha de té tal vez no llegue a mayo, no responde a un problema de producción. Por el contrario, luego de algunas campañas afectadas por la sequía, en esta oportunidad la cosecha para los productores fue óptima y por eso estaban muy ilusionados con lograr una buena temporada.
La “crisis del té” responde a una caída de ventas en el mercado externo, lo que derivó en que los secaderos se stockearan con hoja verde y dejaran de comprar a los productores.
Cabe recordar que el 90% de la producción tealera se destina a la exportación y una mínima parte queda en el mercado interno.
La merma de ventas en el extranjero es multicausal. Por un lado, desde el sector lo atribuyen, en parte, a la ley de promoción de bioinsumos que el año pasado aprobó la Legislatura provincial y que, en uno de sus articulados, prohíbe el uso del glifosato en la ruralidad desde 2025.
Es que desde la sanción de la norma, empezaron a llegar a la provincia advertencia de los compradores, especialmente desde Estados Unidos, advirtiendo que en esos países no iban a dejar ingresar té que sea cosechado con bioinsumos no aprobados por sus respectivos organismos de control.
No obstante, hay más explicaciones para este presente. Entre ellas, la propia crisis económica argentina, que elevó los costos internos y volvió más costoso la producción.
En el caso particular del té, se da también que otro importante país productor como lo es Kenia tuvo una gran cosecha y eso le quitó mercado a los exportadores misioneros.
Por todo ello, hoy los galpones tealeros están repletos de hoja verde y muchos productores se vieron en la dura decisión de tirar sus brotes por falta de compradores.
De acuerdo a lo que plantearon los industriales en la CoProTé la semana pasada, con el mapa actual, algunos secaderos tienen stock como para no prender las máquinas por, al menos, dos zafras más.
Dificultad de ganar mercados
El sector tealero no la tiene fácil para ganar nuevos países. Es que el mercado está acostumbrado a un té que tiene una forma de elaboración diferente al que se trabaja en Argentina. Esta cuestión no es menor debido a que el sabor del té es diferente según el proceso.
Por ello es que cada vez que se intenta abrir un mercado, está la dificultad de que el paladar de ese eventual comprador está acostumbrado a otro sabor de té, pese a que la planta siga siendo la misma.