El actual escenario económico, sumamente complicado por la falta de medidas para frenar la estanflación que atraviesa el país, golpea duro al sector maderero de Misiones y, en particular, a las fábricas de terciado que son las que se llevan la peor parte.
Esta semana, como primer efecto del padecimiento insostenible para las PyMEs, se decidió el cierre preventivo de la emblemática fábrica Henter, de Montecarlo.
“Este momento complejo está golpeando a la rama del terciado. En nuestro caso le tocó a la empresa Henter, que emplea alrededor de 120 jefes de hogar”, dijo a la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Domingo Paiva, secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera Eldorado (SOIME), al ser consultado por lo ocurrido.
“Nuestra industria está dividida en tres ramas: aserraderos, carpintería y fábrica de terciados. Hoy tenemos una difícil situación en esta empresa, que si repasamos la memoria en el 2020 estaba prácticamente por declarar la quiebra. Fue publicada inclusive la quiebra, a raíz de una mala administración de la gerencia”, acotó Paiva.
“Los trabajadores, después de pasar penurias, conseguimos el apoyo de las instituciones locales y provinciales y, con criterio legal y social, la quiebra se reconvirtió en concurso acreedor. Esto permitió que la empresa pudiera entrar en planes especiales para que se pueda seguir trabajando. La empresa pudo seguir, cumplir con los trabajadores, está ordenada y regularizada con sus deudas y compromisos, pero en la actualidad el problema está dado netamente por un problema de mercado”, amplió Paiva.
A lo que luego agregó: “No están pudiendo vender. Recordemos que el 70% de lo que produce el NEA, con un altísimo porcentaje de la provincia de Misiones en esa participación, son colocados en la obra pública. Y bueno, sabida la decisión del Gobierno nacional de paralizarla estos son los efectos que lamentablemente lo pagan los trabajadores principalmente”.
Cesanteados
A fines de febrero último, 20 empleados sobre un total de 125, que se encontraban contratados fueron los primeros en ser cesanteados, tras el vencimiento de sus acuerdos laborales. De los 105 que siguen en la empresa, la situación es más precaria cada día.
“En principio nos plantearon trabajar tres días, en promedio, y empezamos a analizar con los compañeros. Pusimos la balanza ir por tres días al trabajo, pero trasladarse en su respectivo móvil, los que tienen o pagar pasaje para llegar a la fábrica, era mucho más costoso, entonces se vio que era conveniente parar”, deslizó el hombre y agregó: “el depósito de la empresa está lleno, pues se venía produciendo igual, porque se estaba trabajando un promedio de cuatro días a la semana. Por el momento llegamos a un acuerdo, que está permitido también por ley, que es hacer una suspensión, que la empresa reconozca un porcentaje no remunerativo de los sueldos (se paga solamente obra social) para que los trabajadores queden dentro del sistema de salud, así que hasta el 31 de marzo en principio estaremos en esa situación”.
En concreto, los trabajadores de la fábrica percibirán el 50% de lo que le corresponde de salario incluidos los adicionales.
“Nosotros tenemos, digamos por convenio, un adicional que es importante del 22% sobre sueldo en concepto de presentismo, para eso no tiene que tener inasistencia y también el 1% de antigüedad por cada año. Lo menciono porque la empresa tiene trabajadores muy antiguos; tenemos, de entre 20 años y más de 40 años de trabajo, que llevan a que el trabajador maderero de esta rama (terciados) trabajando de lunes a viernes está cobrando alrededor de 550 mil pesos de bolsillo mensual”, aclaró Paiva.
Y luego enfatizó que, “haciendo un promedio entre 100 trabajadores que cobran ese monto estimativamente, son más de 50 millones de pesos que circulan en la ciudad, además de todo lo que mueve una industria de este tipo, con lo que este perjuicio que estamos teniendo hoy también repercutirá en la economía de la localidad”.
Gestionan una audiencia en Trabajo con los empresarios
Con la preocupación puesta en lo que vaya a ocurrir después del 31 de marzo, es evidente que la obra púbica no se va a reactivar, por estar fuera directamente de los planes del Gobierno nacional.
Por lo tanto, desde el sindicato que lidera Paiva, ya se comenzaron las gestiones para sentar a todas las partes en una mesa de diálogo en el Ministerio de Trabajo.
“Ya está en conocimiento la Ministra de Trabajo (Silvana Giménez), seguramente se definirá para estos días una audiencia, queremos encontrar una solución en conjunto con los empresarios, con las cámaras y llevar esta inquietud al Gobierno provincial, que siempre nos atendió y entendió”, apeló el gremialista.
“Este año se venía trabajando entre 4 y 5 días, en promedio, se venía estirando la situación y soportando con la esperanza de que pudiera empezar a moverse la obra pública que no se dio y estamos atravesando este duro momento, que estamos seguros vamos a poder atravesar apelando al diálogo”, insistió el secretario general de la Industria Maderera de Eldorado (SOIME).
En el último tiempo, la fábrica estaba vendiendo entre tres y cuatro equipos de terciados, de distintas dimensiones, por semana, hasta llegar a inicios de mes con un movimiento que es nulo y galpones llenos de stock sin vender.
“Los empleados seguimos apostando a cuidar los puestos de trabajo por eso la aceptación de los acuerdos que vienen ocurriendo, pero hay que seguir con las gestiones para que esto cambie”, pidió el trabajador.
La situación en los establecimientos madereros, según contó Paiva es de “angustia, desolación y preocupación que se agravó en el último tiempo”, por lo que remarcó: “la solución depende de la reactivación de la obra pública”.