La cebolla es una hortaliza que no puede faltar en tu huerto casero, si bien es una de las protagonistas en el espacio verde donde realizas tus cultivos, también lo es en la cocina, ya que su uso culinario es amplio. En esta nota te vamos a dar los mejores consejos para que puedas realizar tu propio cultivo de cebollas en espacios reducidos, en este caso, en maceta y lo mejor de todo, sin semillas.
Materiales que vas a necesitar: una maceta de estructura alargada, preferentemente y de mínimo 15 cm de profundidad; cebollas de cualquier tamaño o variedad (también puede ser la cebolla morada); tierra abonada y fértil para macetas; y un cuchillo (el que manipularas con mucho cuidado y precisión).
Cultivar cebollas en maceta
Paso 1: Cortar la base
Con mucho cuidado procederás a cortar la base de la cebolla. Sin importar el tamaño de la cebolla, tienes que cortar la base a unos 2 o 3 cm. El corte es muy importante, ya que esa parte que vas a seccionar contiene las yemas, conocidas como ápices, que son fundamentales para que broten las cebollas nuevas.
Paso 2: Plantar los recortes en la maceta
Preparar la maceta con la tierra abonada, con el sustrato necesario, y si deseas agregarle una dosis de compost casero, adelante. Sobre la tierra comenzarás a depositar las bases de las cebollas, sin importar como las dispongas. Asegúrate que la maceta tenga orificio en la parte inferior, para que el drenado sea eficiente. Cuando ya tengas depositadas las bases de las cebollas en tierra, solo cúbrelas con unos 3 o 4 cm y realiza un riego moderado, sin exceso de agua. Luego, colócala en un lugar iluminado, cuando más luz reciban, más rápido van a crecer las cebollas. Unos quince días después verás la mayoría de las yemas ya brotando, notarás como algunas tienen mayor cantidad de brotes, pero la mayoría deberían entre 2 a 4 brotes. También tienes que tener en cuenta que debes mantener la tierra húmeda durante el proceso de crecimiento.
Paso 3: Realizar la resiembra de brotes
Una vez que hayan pasado aproximadamente entre 30 a 40 días desde que iniciaste el proceso y lograste hacerlas brotar, con tallos que de unos 20 cm o más, llega el momento de pasarlas a la tierra. Para poder quitarlas sin lastimar los tallos, te recomendamos humedecer la tierra, para que sea mucho más sencillo sacarlas de la maceta. Puedes hacerlo con ayuda de un cuchillo para levantarlas con cuidado.
Cuando levantes los brotes, tendrás que quitarle con cuidado los restos de cebollas que pueden quedar en descomposición en la parte inferior, ya que lo que necesitaremos intactos son los nuevos tallos, que tendrán que presentar una coloración entre verduzcos y blancos. También tendremos que tener cuidado de no arrancar las raíces.
El siguiente paso, es plantar en la maceta alargada (que ya tendremos lista previamente con abono), situando los nuevos ejemplares de cebolla a una distancia de unos 7 u 8 cm de separación, tanto entre planta y planta, y entre la planta y el borde de la maceta. Otro punto clave es plantar la cebolla en tierra a 4 cm de la base.
En cuanto al riego, es importante mantener la tierra húmeda, sin accesos de agua en superficie, o encharcamientos para evitar que se pudran los nuevos bulbos. Con una correcta humedad las cebollas se desarrollan mucho más rápido.
Paso 4: Cosecha
Luego de tres o cuatro meses de que hayas trasplantado la cebolla (dependiendo de la luz del sol recibida) porque puede variar el tiempo de crecimiento, procederás a cosecharlas. Para una cosecha segura, evitando estropear la planta, puedes tirar del ramo del tallo, ayudándote con una pala para huerta.