La simulación de un juicio por jurados realizada ayer en el Colegio de Abogados de Misiones destacó no solo la validez e importancia de la herramienta para resolver causas penales graves, también reflejó la representación comunitaria con mayoría de mujeres (nueve de catorce), que torció cualquier cupo o límite para la responsabilidad pública.
A sala llena, el registro previo indicó cerca de 150 aspirantes a jurados, de los cuales se seleccionaron doce titulares y dos suplentes, el debate fue presidido por César Antonio Yaya, juez del Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial, y giró en torno a un caso de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo.
Una mujer fue la acusada, “María Susana”, fue indagada durante el simulacro y en pocos segundos la joven que asumió el rol desplegó sorpresa y contundencia por el nivel para actuar el personaje y describir el contexto de vulnerabilidad en el que se la acusó por la muerte de su pequeña “Analuz” de poco más de un año quien fue devorada por perros en octubre de 2021, en Corrientes.
César Yaya, el juez del debate que se inició a las 15, dialogó con PRIMERA EDICIÓN en un cuarto intermedio (anoche al cierre de esta edición el jurado deliberaba el fallo) y describió el contexto y los protagonistas para que el sistema de justicia misionero cambie con la consolidación de esta herramienta: “Es un proceso que requiere más habilidades que conocimiento y se deben aprender varias cosas que tienen mucho que ver con técnicas de litigación oral más que el conocimiento del derecho de libros. La técnica hace que se deba demostrar y probar el hecho y al revés también y esto creo que es una falencia de los litigantes, de este mundo de abogados. En la discusión de los hechos deben aparecer habilidades en las partes para convencer a los jurados de lo que se intenta probar”.
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Destacó el valor del vecino como parte del sistema: “Confío mucho en el ciudadano cuando asume el rol. A mí me tocó participar en el juicio político (octubre de 2000) al juez de faltas (de Posadas, Esteban) Semilla en el que tomaron el compromiso ciudadanos comunes con responsabilidad superlativa, lo que habló bien de las cualidades para asumir cargas que requieren de mucho criterio, en este caso penal”.
“Hay que tener confianza en el criterio de las personas, no son cuestiones de derecho sino de hechos y pruebas y debemos confiar en el ciudadano porque percibe, posee el sentido común de la realidad que a veces perdemos (jueces) en el contacto constante entre expedientes”.
Sobre dónde y quiénes deben acusar recibo del cambio, resumió: “La Cámara de Representantes dirá cuál será el momento y la oportunidad. Creo que esto decanta solo. Los tiempos no los fijan los operadores judiciales y debemos tener claro que esto no se resuelve con juicio por jurados, no es la panacea el cambio. Los problemas de seguridad no se resuelven con esta herramienta solamente, esto es una manifestación de oportunidad para el ciudadano común de saber cómo se define un conflicto”.
Iniciativa
El juicio de ayer es idea y ejecución del Club de Litigación Oral, organismo del Colegio de Abogados de Misiones. Luciana Sommer Aromí, organizadora y coordinadora del debate también explicó a este Diario: “Esta experiencia consiste en mostrarle a la sociedad una forma diferente de ejercer justicia en Misiones. El juicio por jurados es un instituto gran organizador de las garantías y derechos que deben estar resguardados en el proceso penal”.
“Queremos mostrarle a la ciudadanía cómo deberían ser nuestros juicios orales, cómo deberíamos resolver los conflictos más graves que llegan a la Justicia”.
Rescató el interés del ciudadano a la par del ofrecimiento: “La convocatoria para participar como jurados fue muy buena. Se inscribieron 143 personas que concurrieron a la selección que hicimos previa al juicio. Es decir que los litigantes (acusación y defensa) pudieran ver los sesgos y valores de las personas como potenciales miembros para que sean los más representativos e imparciales”.
“Este caso elegido para el simulacro fue tomado y modificado de la realidad. Reproducir en las mejores condiciones pero no para teatralizarlo, aquí no hay nada guionado ni armado, es para que la ciudadanía vea que es posible resguardar las garantías. Por ejemplo, este jurado no sabía nada del caso ni tiene vínculo con las partes, ninguna información más allá de la que reciben en debate y con la que luego deben deliberar para que surja un veredicto. Las personas comunes pueden entender con suficiencia lo que ocurre en juicio”.
Amplió además la abogada, reconocida como litigante en procesos orales: “Recibimos muchas felicitaciones por la iniciativa, no solo de los que concurrieron y colmaron la sala, también por redes sociales desde otros puntos. Pero además con una pregunta inquietante: ¿Por qué no tenemos en Misiones juicio por jurados? Es una pregunta difícil de responder pero tenemos por lo menos ahora la posibilidad de decirles que estamos luchando por tenerlo. Es una lucha no solo de abogados y los operadores del sistema saben que es necesaria una reforma y que existe una comunidad comprometida que pide a gritos una Justicia diferente. Hoy tenemos una muestra, gente que vino hasta bajo lluvia para quedarse a un debate simulado, esto nos está indicando algo claramente”.
“El cambio depende ahora de nuestros representantes, de nuestros legisladores que son los que elegimos para definir cómo queremos que sea nuestro sistema de Justicia”.