Año tras año las jubilaciones van de varapalo en varapalo. Movilidades que no mueven en la medida necesaria, bonos que no alcanzan a compensar la dinámica inflacionaria y decisiones que ponen en riesgo lo que hay para repartir. El presidente Javier Milei firmó un nuevo DNU y con ello abre un nuevo frente de crisis con las provincias, en este caso con las trece que no transfirieron su caja previsional, entre ellas Misiones.
Con esa polémica decisión, el Presidente frenó los giros que la Administración Nacional de Seguridad Social realiza a esos distritos y pone en jaque la movilidad jubilatoria para los beneficiarios del Instituto de Previsión Social, en el caso de Misiones. En realidad, esas transferencias no se realizan desde la misma asunción de Milei, pero en el caso de esta provincia acumulan cinco años de retrasos y una deuda de 34 mil millones de pesos. La nueva “bomba” llegó al filo de la Semana Santa y compromete el diálogo entre funcionarios nacionales y gobernadores previsto para el próximo 4 de abril.
Los distritos afectados por el nuevo decreto presidencial ya delinean acciones para ir ante la máxima instancia judicial del país, pero la sola decisión de Milei y el daño que genera, comprometen gravemente a uno de los sectores más empobrecidos en los últimos años.