Ramón “Toto” Silva resiste conectado a un respirador artificial en el Hospital Ramón Madariaga de Posadas. Le diagnosticaron un cuadro crítico por las quemaduras que se habría provocado al encender, a modo de protesta, un colchón en la supuesta celda de aislamiento y seguridad de la Unidad Penitenciaria VII de Puerto Rico.
Silva fue condenado en diciembre de 2021 a once años de prisión efectiva por matar a golpes de piedra a su vecino Carlos Gabriel Silva de 44 años en el barrio Ñanderoga de Ruiz de Montoya el domingo 26 de agosto por la noche.
Reconoció en juicio abreviado ante el Tribunal Penal 1 que mató por celos porque la víctima estaba bebiendo frente a su domicilio en una ronda que había invitado su hijastro y que no lo podía permitir porque se hallaba cerca de su concubina y aseguraba que sus intenciones eran aproximarse a ella sentimentalmente.
“Toto” Silva atacó a Carlos Silva, primero le partió un retazo de machimbre en la cabeza y lo dejó inconsciente en la calle. Luego con sus dos manos tomó una piedra que sobraba del empedrado reciente en el barrio y se lo lanzó en la cara. Volvió a tomar la piedra y repitió la acción contra su víctima, rompiéndole el parietal derecho. Pero no se conformó, buscó otra piedra y le rompió la base del cráneo.
El deceso de Carlos Gabriel Silva no tardó en llegar, triple fractura en rostro y cráneo. La detención del presunto autor tampoco fue lenta y el juicio por el crimen, menos aún.
Pero la furia de Ramón Silva se habría incrementado durante los últimos días en la prisión de Puerto Rico. Su conducta se manifestó violenta y el tratamiento que recibió fue encerrarlo solo en una celda adaptada para aislamiento donde el martes pasado por la noche prendió fuego un colchón y no fue advertido el siniestro hasta que las llamas y el humo le quemaron la mitad del cuerpo, afectándole principalmente las vías respiratorias por la inhalación de monóxido de carbono.
De inmediato la contingencia indicó que debía ser trasladado a Posadas, al sector de terapia intensiva del hospital Madariaga. Ayer por la tarde, la última evaluación médica indicó que su cuadro es crítico, con menos de la mitad de probabilidades de evolución y sobrevivencia.
A la par de la gravedad del herido, las irregularidades investigativas en torno a lo sucedido en la celda de aislamiento de Puerto Rico comenzaron a ser notorias. No se dio intervención a la Policía Científica para que analizara la escena del hecho y tampoco una pesquisa de la Unidad Regional IV de Puerto Rico para tratar de esclarecer el hecho.
Al juez de Instrucción, Leonardo Manuel Balanda Gómez, y al fiscal Héctor Simon solo se les informó sobre un caso de tentativa de suicidio, al menos hasta ayer, y de la derivación del lesionado a Posadas.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que la UP-VII no fue construida con celdas de aislamiento, es decir, los dos espacios que se destinaron a este objetivo fueron adaptaciones al lado de las dependencias de la guardia. En caso que un interno necesite una custodia mayor se solicitan los traslados respectivos a otras unidades del SPP. Eldorado y Loreto entre las más próximas.
Vale resaltar además, que los detenidos en aislamiento no pueden tener acceso a encendedores o cualquier elemento que les permita atentar contra su vida.