El enojo y su impacto energético: estragos en el cuerpo y la mente El enojo, esa fuerza emocional intensa que todos experimentamos en algún momento, no solo afecta nuestra paz mental, sino que también deja una huella energética significativa en nuestros cuerpos. Desde la perspectiva de diversas tradiciones energéticas y holísticas, se argumenta que tiene un impacto palpable en nuestros campos energéticos y, por ende, en nuestra salud física y mental.
1. Bloqueo energético:
Al ser una emoción potente y negativa, puede crear bloqueos en nuestros meridianos energéticos. En sistemas como la medicina china, se cree que la libre circulación de la energía vital (Qi) es crucial para la salud. El enojo persistente puede interrumpir este flujo, generando desequilibrios y afectando órganos específicos relacionados con esos meridianos. La psicoterapia pránica ofrece herramientas efectivas para sacar estados de enojo rápidamente y que no se vuelvan a producir, ya que se quita la energía específica que produce el estado.
2. Impacto en los chakras:
En la filosofía hindú y en prácticas como el yoga, los chakras representan centros de energía en el cuerpo. El enojo puede desequilibrar estos chakras, especialmente el chakra del corazón y el del Plexo Solar, generando desórdenes en áreas asociadas con el amor, la compasión y la autoestima. Quienes tienen experiencia en el tratamiento de estos chakras saben sobre el impacto a futuro en los cuerpos y cómo las técnicas avanzadas de sanación pránica o psicoterapia pránica pueden corregir efectivamente y rápidamente esta situación.
3. Resonancia emocional:
Desde la perspectiva de la terapia energética, las emociones tienen su propia frecuencia vibratoria. El enojo, al ser una emoción intensa, emite una vibración poderosa. Si esta frecuencia no se libera o transforma, puede resonar en el cuerpo, contribuyendo a estados de ansiedad, estrés y agotamiento. Si estoy receptivo a esa vibración es poco probable que yo no reaccione de la misma manera.
4. Ciclos de energía tóxica:
El enojo no expresado o no gestionado puede convertirse en una energía tóxica que se acumula con el tiempo. Este residuo emocional puede crear patrones negativos en nuestra psique y afectar la forma en que experimentamos el mundo a nuestro alrededor. Además, puede influir en la calidad de nuestras interacciones y relaciones.
Nelson Oscar Gómez
Sanador Pránico
Tel. 3725440291