La Semana Santa es un tiempo en el cual hay quienes aprovechan para visitar a sus difuntos y fue lamentable el cuadro con el cual se encontraron varias personas al llegar al cementerio La Piedad de Eldorado y observar la tumba de sus seres queridos con evidentes signos de vandalismo, cruces rotas, placas robadas y hasta evidencia de algún intento de profanación de ataúdes.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Roberto Domínguez manifestó que “lamentablemente nos llevamos un disgusto enorme al ver el estado en que se encuentra el cementerio de nuestra ciudad porque le falta mantenimiento, más cuidado, el pasto avanzó en distintos sectores, está muy alto, al punto que hay tumbas casi cubiertas. Entendemos que debe haber también un compromiso de los familiares en preocuparse de limpiar, quitar algún yuyo, pero en este caso ya excede esa tarea”.
Agregó que “hasta llegar al sitio donde descansan los restos de mis abuelos uno va pasando y va viendo otras tumbas que no se notaba claramente que les habían quitado las placas, ramas caídas pero se ve que desde hace tiempo y por alguna tormenta, es decir que se entiende que hubo tiempo para solucionar eso”.
Domínguez apuntó que “intentamos ser comprensivos con la labor del municipio, por lo grande que es el predio, el crecimiento poblacional que hubo en la zona en los últimos años porque antes quedaba alejado de todo y ahora está rodeado de barrios que el mismo Gobierno provincial fue construyendo y se les debe hacer difícil controlar. De igual manera, tienen que hacer algo, poner más muros, rejas, cámaras de seguridad, de alguna forma avanzar en una solución porque no pueden seguir ocurriendo estas cosas lamentables porque no respetan ni a los muertos”.
También Romina González, vecina del lugar, aportó que “acá hay cuidadores pero de igual manera hay gente que entra de noche y realmente no se sabe a hacer qué ahí adentro. Es un peligro también para quienes vivimos en la zona porque no deben estar bien de la cabeza quienes entran y rompen todo o se roban una cruz”.
En la misma línea dijo que “a veces dejan tirado por la calles lo que fueron sacando del cementerio, es una barbaridad. La policía también suele aparecer cuando pasan estas cosas pero con eso no alcanza”.
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Crítico
Por su parte, Sonchy Arias relató que “fuimos al cementerio del Km 3 y realmente es una pena ver lo sucio que está, hasta un árbol cayó se ve que hace varias semanas y rompió tumbas. Todo está muy abandonado. La verdad es una vergüenza y el municipio debería hacer algo para mejorar”.
El vecino manifestó que “yo vivo en el Km 6 y suelo visitar el cementerio porque allí están los restos de mi mamá Isolde” y consideró “desgarradora” la escena con la que se encontró al llegar a la tumba de su progenitora y descubrir que habían extraído la placa e intentaron remover la misma.
“Parecía ser un acto de vandalismo pero fue algo más grave, un intento de profanación”, indicó Arias, quien notó también que había sido removida una parcela adyacente, cavada, que también es de su propiedad.
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El hombre, reconocido comerciante eldoradense, confirmó su decisión de presentar una denuncia policial y aclaró que se encuentra al día con todos los impuestos correspondientes al cementerio, lo que le generó aún más desconcierto, pensando que podría tratarse de una remoción por deudas que en realidad no existen.
Desde la administración del cementerio se mostraron sorprendidos por esta situación y junto a las autoridades del municipio se comprometieron en avanzar en medidas de seguridad para prevenir futuros actos similares y garantizar la tranquilidad de quienes descansan en ese lugar y de sus seres queridos.
Una zona peligrosa
Los vecinos de los barrios cercanos al cementerio La Piedad de Eldorado, apuntaron que “se está volviendo cada vez más peligrosa esta zona porque se fue poblando con barrios que provoca que más gente de otros lugares vengan hasta acá con otras intenciones no muy buenas. Entonces toman como referencia el cementerio y más de una vez hasta se ocultan en ese sitio luego de cometer algún robo”.
Aseguraron que “hay días en que se observan movimientos extraños, salen con bolsas que quién sabe qué cosas llevan adentro, en horario nocturno en que ya está cerrado el cementerio”.