La muerte de un alumno de séptimo grado generó conmoción en la comunidad educativa de la Escuela 236 de Apóstoles. Si bien en un primer momento algunos medios de la zona habían instalado la palabra suicidio y bullying, ambas hipótesis fueron desestimadas: primero por la familia del pequeño de 11 años que sostiene que fue una muerte accidental, y segundo por la institución escolar que confirmó que no ocurría ninguna situación de acoso ni bullying.
Si bien este Diario acudió a la escuela para dar luces sobre lo acontecido, la institución se vio afectada por el paro y por una reunión donde el equipo de Salud Mental de la Provincia brindó contención a los docentes que quedaron muy consternados con la noticia, confirmaron fuentes del Consejo General de Educación.
Además de eso, este viernes acudirá el equipo de Salud Mental de la Municipalidad de Apóstoles para realizar un abordaje con los compañeros del niño, que quedaron aún más devastados con la pérdida.
Cabe destacar que la Escuela 236 trabaja con una comunidad pequeña. Según pudo saber este Diario, el pequeño fallecido vivía en el barrio Chesny, acudía al turno tarde y pertenecía a una familia de clase trabajadora que profesa la religión evangélica. Además, según comentaron algunas docentes, era un niño muy bueno y querido.
“Nosotros descartamos totalmente lo del bullying, inclusive desde que estamos en la escuela venimos trabajando con charlas, tenemos por escrito las veces que hemos sido visitados por psicólogos, trabajamos sobre grooming, bullying y no tenemos ninguna queja sobre eso de ningún padre”, indicó una fuente escolar.
“Acompañamos a los padres en todo momento y ellos agradecidos con la escuela y en ningún momento nos dijeron nada sobre bullying”, agregaron.
En ese contexto, confirmaron que desde la institución están decididos a tomar cartas en el asunto hacia los responsables de instalar públicamente la hipótesis de acoso escolar y bullying.
“Nosotros como escuela, además de la pérdida tenemos que afrontar una falsa noticia. Vamos a tomar cartas en el asunto para que al menos sepan que tienen que averiguar bien las fuentes. En ningún momento vinieron a preguntarnos a nosotros o a algún familiar. No sabemos de donde salió eso, es algo malicioso”, explicaron.
Pocas luces sobre el hecho
En cuanto al hecho, fuentes policiales indicaron a PRIMERA EDICIÓN que el chico fue encontrado a la madrugada del Viernes Santo en su casa en el barrio Chesny de Apóstoles por su hermanito menor.
Tras eso, aún con vida, el pequeño fue trasladado al Hospital Ramón Madariaga de Posadas donde se habría constatado que tenía muerte cerebral y donde terminó falleciendo el pasado martes.
Circulan dos versiones, que el pequeño falleció accidentalmente al colgarse con una bufanda tipo cuellito; y la segunda que lo propio ocurrió con una sábana. Si bien no hay precisiones al respecto, la familia sostiene que ocurrió accidentalmente.