La drástica bajante de los ríos Paraná e Iguazú, en el Norte misionero, empezó a causar ya problemas cotidianos en la Triple Frontera.
No sólo la navegabilidad comenzó a verse afectada por el bajo nivel de las aguas, al punto de que quedó suspendido momentáneamente el servicio de balsa entre Puerto Iguazú y Presidente Franco (Paraguay), sino que hasta el consumo humano empezaría a verse restringido en las próximas horas en la ciudad de las Cataratas, según adelantó este lunes el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS).
El organismo informó a través de un comunicado sobre la posibilidad de una reducción en el servicio de agua potable debido a la marcada disminución del caudal en los ríos Paraná e Iguazú, que está generando inconvenientes técnicos en los sistemas de captación de agua.
“Ante esta situación, se están implementando medidas de gestión de recursos y distribución equitativa del agua disponible para garantizar que todas las áreas afectadas reciban un suministro adecuado durante este período crítico”, expresaron desde el IMAS.
Paralelamente, a causa de la bajante de más de dos metros en el Paraná, la empresa paraguaya que explota el servicio de balsa entre Presidente Franco y Puerto Iguazú anunció este lunes que el cruce del río “queda suspendido hasta nuevo aviso“.
Fuentes: La Voz de Cataratas (Misiones) y Vanguardia (Paraguay)