Comenzó ayer el juicio oral contra un camionero de 38 años acusado de abusar sexualmente de su hijastra menor, bajo amenazas y en forma reiterada, donde tres testigos ratificaron que la víctima “se animó a hablar cuando escuchó una noticia sobre una violación seguida de femicidio en la provincia de Buenos Aires”, señalaron fuentes del caso.
El debate, que constará de otras tres o más jornadas, se desarrolla en el Tribunal Penal de la ciudad de Eldorado. Está previsto continuar hoy con más testimonios, en algunos casos de personas que fueron citadas por la defensa del imputado, quien llegó en libertad a esta instancia procesal.
Al inicio de la audiencia, el hombre que está en el banquillo pidió declarar por primera vez en la causa, teniendo en cuenta que las dos anteriores ocasiones en la que fue citado a indagatoria (en la etapa de instrucción), se abstuvo de hacerlo ante el juez.
En esta oportunidad declaró durante casi dos horas, donde negó los cargos en su contra y habría afirmado que la denuncia que le hicieron fue para “perjudicarlo” y que todo se trató de una maniobra de familiares de la menor “para quedarse con su guarda”, confiaron las fuentes.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en base al expediente del caso, la víctima primero sufrió amenazas de muerte, luego golpizas y hasta fue encañonada con un arma de fuego por parte de su padrastro, que de esta manera la intimidaba para someterla, desde que tenía seis años y hasta que cumplió los nueve en 2017, que el caso salió a la luz.
El acusado aprovechaba la ausencia de la madre de la niña y quien a su vez era su pareja, mientras que en otras ocasiones la agredía sexualmente cuando todos descansaban en la casa, precisó el fiscal de Instrucción en su pedido de elevación a juicio.
Todo sucedió bajo el mismo techo, en la vivienda de la localidad de Colonia Mado. En dicho lugar además había otros dos pequeños integrantes de la familia, de apenas 1 y 2 años, quienes fueron también víctimas al ser testigos de los tormentos a los que era sometida su hermana mayor, siempre en base a la resolución judicial.
“Era desobediente”
Al ser interrogado directamente por el fiscal del Tribunal, Federico José Rodríguez, acerca de los abusos contra su hijastra, es decir las acusaciones por las que llegó a juicio, el camionero habría negado rotundamente las acusaciones, alegando al parecer que la niña era “desobediente” y que “una vez le pegó un pequeño golpe en la espalda”, precisó un vocero.
Luego de este testimonio fue el turno de escuchar a la tía materna y a las primas de la víctima, quienes complicaron la situación del encartado. Estos familiares aportaron datos claves para la prosecución del debate.
Las primas, actualmente mayores, contaron que la menor “se iba a quedar a la casa de ellas porque la ayudaban a estudiar y con las tareas que tenía para la escuela”. Sin embargo, dijeron que la niña “comenzó a tener pesadillas y se levantaba gritando de la cama”. Luego relataron que “era frecuente que tuviera como ataques de pánico”.
Un día, tarde y de noche, las tres primas estaban mirando televisión y la menor escuchó una noticia que daba cuenta de una violación seguida de homicidio en la provincia de Buenos Aires.
Fue entonces que dicho acontecimiento, ocurrido a miles de kilómetros, le generó a la pequeña, en ese entonces ya con nueve años, una especie de profundización del miedo y trauma que ya padecía, según dejaron entrever sus primas.
De esta manera, la menor se animó a romper el hielo y entró en confianza con sus parientes, mayores que ella.
Les relató que desde hacía tres años era abusada por su padrastro, que la amenazaba con una “pistola chiquita” y que incluso, “le exhibía material pornográfico” (cuyo material no se pudo precisar), según trascendió por testimonios. Las primas, atemorizadas por el relato de la menor, le contaron a su madre.
El consejo de una religiosa
Una vez que la tía materna de la menor se enteró de los abusos, le pidió consejo a una religiosa del pueblo, quien le dijo que se dirija de inmediato a la policía.
Al avanzar la pesquisa, se supo que además de la presunta arma de fuego para las amenazas, en determinadas oportunidades el acusado le habría manifestado a la menor que “la mataría a ella y también a toda su familia y la llevaría a un lugar lejano”, o la encerraba en el baño.
La niña habría referido además mediante la Cámara Gesell, que nunca le contó a su madre lo que sucedía porque el acusado le dijo que a su progenitora “no le importaba”.
Un Juzgado de Familia de Eldorado le otorgó la tenencia de la menor a la tía materna, en virtud de que el imputado, quien se encuentra en libertad, habría regresado a convivir junto a la madre de la niña, con quien luego del hecho habría tenido otro hijo, según se develó en el debate.
La progenitora de la menor nunca radicó denuncia respecto a lo sucedido, no obstante, se aguarda con expectativas su declaración.
Cámara Gesell
En las próximas audiencias será clave escuchar el testimonio de la víctima en Cámara Gesell, que en la etapa de Instrucción fue considerado por los psicólogos como “un relato lineal y sin fantasías”, según trascendió.
Está previsto que el debate continúe hoy, mañana y el jueves, en tanto que no se descarta, por la cantidad de testigos entre civiles, policías y peritos de la fuerza que fueron citados, que se extienda a la semana que viene.