Ante el congelamiento del presupuesto nacional para las universidades, facultades de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) limitaron el acceso a los comedores universitarios e incluso implementaron medidas como una beca de comedor parcial.
Ese es el caso de la Facultad de Ingeniería de Oberá, la Facultad de Arte y Diseño de Oberá y la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado que esta semana pusieron en funcionamiento sus respectivos comedores pero con un sistema de becas totales y becas parciales/pagas. Así lo contó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el decano de la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado, Fabián Romero.
“Arrancamos el servicio nuevamente, en principio con 60 becas completas y 60 medias becas como lo llamamos nosotros donde se abona el costo de los insumos, así comenzó a funcionar el comedor. El año pasado terminamos diciembre dando 250 bandejas y tenía alrededor de 100 alumnos que cenaban. Hoy ese número es 60 almuerzos y 60 medias becas”, explicó Romero.
Es así que quienes tienen medias becas deben pagar un monto de 1.250 pesos por bandeja de comida, un precio “que no incluyen costos de gas, energía eléctrica, ni el personal, ni el servicio que es el lavado de la bandeja y el comedor”, indicó el decano.
Si bien reconoció que hay familias a las que les cuesta pagar ese monto por bandeja, explicó que se trata de la única alternativa que encontró la facultad para seguir garantizando el funcionamiento del comedor y no dejar sin nada a los estudiantes.
“A pesar que es una tarifa baja, y que en ningún lugar se come por ese monto, sabemos que cuando se pone en contexto de una familia que gana 250 mil pesos, que tiene cuatro hermanos y que vive en una zona rural… es significativo. Además sabemos que para las familias rurales, un chico que sale de la casa para estudiar es una mano de trabajo menos, entonces siempre hay una disputa, tratamos de dialogar con ellos, de sostenerlos, de decirle que la educación le da una posibilidad de ascendencia social”, explicó.
Tal es la magnitud de la crisis que de dar 250 bandejas de comida el año pasado, con el presupuesto congelado solo están pudiendo brindar 120 becas de comedor (entre parciales y totales). Eso mismo sin contar que este año la Facultad de Ciencias Forestales tuvo 870 preinscriptos (un número muy inferior a otros años) , de los cuales solo comenzó a asistir a la cursada cerca del 40%, cuando en otros años acudía a la cursada el 60% de los preinscriptos, sostuvo Romero.
“La situación es crítica. Lo que estamos haciendo es analizar caso por caso para que ningún estudiante deje de cursar la carrera universitaria por esta cuestión de sostenerse en el comedor. Disponemos casi el mismo dinero que el año pasado pero con una inflación que nos pasó por arriba. De alguna forma tenemos que garantizar el funcionamiento, pagar energía, Internet, agua, hacer el mantenimiento del edificio”, indicó.
Por su parte, en el comedor que funciona en Oberá, para alumnos de la Facultad de Ingeniería y la de Artes, sucede lo mismo: se comenzó a trabajar con becas totales y parciales donde los alumnos deben abonar el 50% del costo de la bandeja lo que corresponde a 1.200 pesos.
“Es un valor subsidiado porque nadie te vende una comida a ese valor. Después los casos más críticos tienen cobertura del total, no tienen que abonar nada pero de 400 bandejas que teníamos el año pasado bajamos a 100 porque no estamos en condiciones de sostener las 400 becas ni mucho menos”, indicó a este Diario la decana de la Facultad de Ingeniería de Oberá María Dekun.
Para atenuar el recorte abrupto, la decana explicó que decidieron trabajar bajo este sistema. “La decisión era reducir la cantidad de usuarios para mantener las becas totales o trabajar con la cobertura parcial y abarcar más estudiantes”.