Algo que ya parecía desterrado en el rugby volvió a hacerse presente ayer en cancha de CAPRI, donde el partido entre el local y Aranduroga de Corrientes, por la segunda fecha del Súper 10 del Regional del Nordeste, finalizó abruptamente a los 30 minutos del complemento en medio de una violencia generalizada, que involucró a jugadores de ambos conjuntos.
Todo comenzó cuando el equipo local se disponía a jugar un scrum por tercera vez consecutiva, luego de dos faltas cometidas por el rival en esa formación. CAPRI estaba a tiro de try, a metros de ingoal de las “Cebras” y antes de la reanudación del juego, el apertura local Sebastián Falero recibió un artero golpe, lo que provocó la reacción de sus compañeros, que salieron en su defensa y fue entonces que se armó una gresca generalizada, con empujones y golpes de puño desde ambos lados, protagonizando un espectáculo lamentable, teniendo en cuenta que lo que pregona el rugby es, justamente, todo lo contrario. La caballerosidad deportiva esta vez quedó de lado y volvió a primar la violencia, esa misma que hace que aquella gente que “no es del palo” del rugby lo defina como un deporte violento, cosa que obviamente no compartimos, pero ante hechos como los que se dieron ayer, mucho no podemos solapar.
Luego de los incidentes, que quedaron registrados en las imágenes de las cámaras presentes en el lugar, el árbitro Leandro Péker, de la Unión de Rugby de Misiones (URuMi) dio por finalizado el partido a los 30 minutos del complemento.
Acá no se trata de juzgar quién empezó o quién continuó, simplemente dejar en claro que hechos como el de ayer lo único que hacen es perjudicar al rugby, un deporte que inculca valores, amistad y camaradería, algo que ayer no se puso de manifiesto.
Todo indica que la decisión final la tendrá el Comité de Disciplina del Regional, aunque se especula que le darían los puntos a Aranduroga, que hasta ese momento ganaba el partido (Ver recuadro).
Sorprendió el abrupto final
El partido fue intenso y muy parejo hasta su suspensión, con dos equipos que pusieron el juego adelante. Aranduroga se puso en ventaja a los 6 minutos con el try de Odena, luego de una salida rápida de un scrum que terminó con el centro apoyando la pelota tras un buen movimiento colectivo.
CAPRI, que desde entonces tomó el control del juego, posicionándose por varios minutos en campo rival, llego al empate a los 20 con el try del pilar Juan Vaz, luego de una arremetida de los delanteros.
El local pasó al frente con un penal de Sebastián Falero a los 35 (antes había fallado tres envíos a los palos) para irse al descanso con la ventaja parcial de 10-7 arriba.
En el complemento, Aranduroga igualó el marcador a los 8 con un penal del apertura Enzo González, mientras que a los 15 desniveló el fullback Lucas Ceraín, luego de un ataque profundo aprovechando los espacios que cedió la defensa local.
Con el correr de los minutos, CAPRI retomó el control del juego y con los delanteros comenzó a meter a las “Cebras” contra su propio ingoal. El “Azzurro” estaba a tiro de empate, cuando se desencadenaron los hechos que llevaron al árbitro Péker a decidir la suspensión del partido, cuando faltaban diez minutos. Un final lamentable para un partido que estaba bueno.

A aguardar la determinación
Todo indica que la decisión final del partido la tendrá en Comité de Disciplina del Nordeste, que luego de analizar los hechos (existen imágenes) deberá adoptar una determinación.
Si bien son suposiciones, lo más probable es que le den el partido por ganado a Aranduroga, que al momento de la suspensión se imponía por 17 a 10.
Además, quedaban diez minutos por jugar (sin tiempo adicional), por lo que había transcurrido la mayor parte de la etapa.
También habrá que estar atentos a la cancha, que podría ser suspendida por los hechos de violencia. Disciplina tiene la palabra.