Con gran entusiasmo, más de 30 chicos concurren los sábados a la tarde al Club Pira Pytá para aprender a pescar con los más experimentados exponentes de este deporte. Carlos Teibler, uno de los instructores, reconoció que están sorprendidos por la convocatoria.
Muchos de los pequeños tienen contacto con una caña de pescar por primera vez. Es por eso que los pescadores deben enseñarles desde el atado de un azuelo hasta la forma en que deben encarnar o realizar un lance.
“La verdad es que cuesta un poco darles la parte teórica porque ellos quieren pescar en todo momento. La idea es que tengan los conocimientos básicos para empezar a incursionar en este deporte que es tan lindo”, sostuvo.
Varios integrantes de la Subcomisión de Pesca del Pira aportan cañas, anzuelos y reeles para que ningún chico quede sin vivir la sensación del pique de un pez. “A los padres les pedimos que traigan alguna caña o reel que tengan en la casa. También anzuelos, porque muchos se pierden al quedar enganchados en el fondo y es muy difícil de sostener económicamente para nosotros”, sostuvo Teibler.
Alba Almeida contó que “muchos chicos no quieren agarrar la lombriz para encarnar, entonces nos piden un papelito para ponerla allí y llevarlas a los padres para que la coloquen en los anzuelos”.
Con la escuelita, el club busca formar una nueva camada de pescadores, ya sea recreativos o que quieran incursionar en las competencias federadas.