A 17 días del inicio del juicio oral y público por el homicidio de Nicolás D’Amico, distribuidor de carnes de la provincia de Buenos Aires en la zona centro de Misiones, la expectativa por las audiencias pautadas por el Tribunal Penal de Oberá aumenta pero no corre el manto de duda que el tiempo apuntaló sobre el caso.
El TP de la Segunda Circunscripción Judicial, fijó la semana pasada cuatro jornadas y lugar para el inicio del debate: martes 14 y miércoles 15, lunes 20 y martes 21 de mayo en el Palacio de Justicia de Oberá (esquina de las calles Salto Bielakowicz y Salto Zinas).
Por la cantidad de acusados, se decidió el traslado a una sala más grande que la de calle Maipú casi Bolivia. Los más comprometidos son Diego Ramón Benegas (40) y Jonathan Emanuel Gutiérrez (31), imputados por el delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y en concurso premeditado de agentes”.
Completan la lista de acusados: Gustavo Germán Benegas, Gustavo Ramón García, Diego Orlando Gutiérrez, están acusados de “encubrimiento agravado”. Y Guillermo Andrés Burkiewicz y Guillermo Sebastián Rockenbach, deberán responder por “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y entrega de arma de fuego a quien no acredita la condición de legítimo usuario”.
Deuda y barretazos
La hipótesis del crimen apunta a que Diego Benegas (dueño del abasto) no quería abonarle una deuda a D’Amico. El 30 de octubre de 2015 lo citaron a la oficina presuntamente para pagar. Una vez adentro “Junior” fue atacado a barretazos y luego quemado en su automóvil en el paraje El Chatón de Leandro N. Alem.
Creer y confiar
Este viernes, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Victoria D’Amico, hermana de la víctima fatal opinó y remarcó sus aspiraciones para el debate que se desarrollará el 14 y 15, 20 y 21 de mayo próximos en el Palacio de Justicia obereño.
“Ocho años y seis meses después del crimen sigo creyendo en la Justicia y creo que el Tribunal de Oberá hará lo que corresponda hacer”, arrancó la joven quien junto a su madre y la viuda de “Junior” D’Amico son querellantes en la causa abierta desde 2015.
“Es verdad, esperamos mucho tiempo por una fecha de juicio y vimos muchas irregularidades en la investigación. Quedó en manos de los jueces ahora cumplir con su trabajo y que esto llegue a un punto final con los culpables probados y que paguen por ello”.
Agregó: “A mi hermano le armaron una emboscada y lo mataron y creo que hay más gente involucrada. Con el paso de los años y la lectura de los relatos de lo sucedido y lo que transcendió en los medios estoy segura que si, que hay más sospechosos en este crimen”.
Consultada sobre si existen sospechas que amplíen el caso hacia autores intelectuales o empresarios que hayan ordenado el crimen, manifestó: “Hay testigos citados que saben más de lo que dicen y que deberían rendir cuentas. De los 43 testigos citados, de varios de ellos los jueces deben darse cuenta y también deberían pagar por su responsabilidad en el hecho”.
“Los jueces ante todas las pruebas que hay, aunque haya pasado el tiempo y un montón de irregularidades, en algún momento van a investigar a todos las personas que deben pagar”.
Resaltó la queja también: “Que todos los acusados estén libres y esperando en sus casas el juicio me parece la irregularidad mayor. No lo esperé ni pensé que esto iba a ocurrir así. Para nosotros fue muy fuerte que pasaran cuatro años y como no se elevaba a juicio el expediente los liberaran a todos. Si las pruebas son contundentes no tiene lógica que los favorezcan con la excarcelación”.
En el contexto de detalles sobre cuál era el trabajo de D’Amico en Misiones, la hermana explicó: “Mi hermano trabajaba para un frigorífico de acá en Lobos (Buenos Aires). Al principio sólo distribuía, luego comenzó con las cobranzas y se había hecho muy conocido en Oberá y en Leandro N. Alem, en toda la zona centro. Qué pasó no lo sé, después me enteré que detrás de la venta de carnes hay mafias muy grandes y se dice también que por abarcar más clientes se sospecha que lo habría querido frenar”.
“A Junior nadie nos va a devolver, quedó una mamá sin su hijo, hijos sin padre y una hermana sin hermano. Ya es hora que el juicio se concrete y se llegue a una sentencia con prisión para los autores del crimen, con perpetua para ellos”.
“Era un chico muy cariñoso y fue muy confiado y creía en la gente y desgraciadamente terminó así. Tuvo tres hijos, un varón de 19 y dos menores hoy de 16 y 10. La hija más chica se enteró hace poco más de un año de lo que le pasó al padre”.
Respecto al entorno del caso y las características macabras, sostuvo: “No sé si tenemos miedo de ir a Misiones para el juicio. Después de lo que hicieron a mi hermano, creo que los que lo mataron es muy obvio que serán los sospechosos si le ocurre algo a la familia”.
“Esto fue premeditado y ejecutado con mucha saña. El día que lo mataron almorzó en esa carnicería de Oberá. Tenía una relación con los dueños, hay fotos de salidas juntos, se conocían y lo mataron igual”.
“Junior era un familiero que amaba a su madre, la llamaba todos los días. Desde que falleció mi papá él se hizo cargo de todos, éramos muy unidos y su ausencia se siente mucho más por eso. Amaba a sus hijos y se dedicaba a trabajar, era muy querido, laburaba en servicios de seguridad y nunca tuvo una episodio o denuncia de violencia. En Misiones se hizo muchos amigos en un corto tiempo y de los que seguimos recibiendo mensajes”.
“Mi hermano era empleado y el dinero por el que lo mataron no se lo debían a Junior, se lo debían a sus patrones. No tiene lógica siquiera matarlo por una deuda, porque no se lo debían a el. Mi hermano era un simple empleado”.
“No sólo deben pagar los autores, los cómplices también, porque pudieron evitar el crimen y no lo hicieron”, cerró.