A contramano de su antecesor que puso en duda las estadísticas y diagnósticos desalentadores en materia educativa, especialmente los de la Fundación Argentinos por la Educación, pese a que estos se hacen en base a estadística pública, el actual ministro de Educación de la provincia, Ramiro Aranda se sumó a la campaña de alfabetización lanzada por esa organización junto a otras 180 ONG de todo el país que partió de un dato demoledor: el 46% de los alumnos de tercer grado de Argentina no comprende lo que lee.
“Es necesario el dato para poder generar la mejor política pública, si no tuviéramos ese dato no podríamos focalizar las acciones que debemos seguir para revertir esta realidad, para que los chicos puedan leer de manera fluida y entender lo que leen”, aseveró Aranda en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El diagnóstico de situación es conocido: según las pruebas regionales ERCE 2019 de la UNESCO, en Argentina el 46% de los chicos de tercer grado no alcanza el nivel esperado en lectura y la cifra sube hasta el 61,5% entre los estudiantes de menor nivel socioeconómico. Apenas 1 de cada 10 alumnos (14%) se ubica en el nivel de desempeño más alto en lectura. Para la región, en cambio, el promedio es 2 de cada 10 alumnos (21%), y alcanza el 30% en Brasil y Perú.
Visibilizar el problema
Según indicó Aranda, Misiones se sumó a este compromiso de trabajar en la alfabetización “tenemos presentado a nivel nacional y como jurisdicción nuestro programa de alfabetización para fortalecer la lectura y comprensión no solo en los primeros años sino también el aprendizaje de la matemática”.
Señaló que la campaña busca visibilizar socialmente el problema “porque necesitamos de las familias, es indispensable un trabajo escuela-familia-Estado porque en la actualidad se perdió mucho en cuanto a acceso a los libros y el hábito de la lectura en el ámbito familiar. Antes, cuando llovía y no podías salir a jugar, los chicos leían… hoy están los dispositivos a mano y tanto nuestros chicos como nosotros estamos muy expuestos a la tecnología e inmediatez”.
Veinte minutos
Para el funcionario, es fundamental que cada familia se tome al menos veinte minutos por día para leer un cuento con los chicos, sentarse a ver sus tareas… “porque esto va generando una costumbre y da herramientas a los chicos que nos permitirá mejorar estos indicadores junto al trabajo de la escuela y el Estado”.
Para Aranda, la falta de comprensión de la lectura es un problema que atraviesa a los niños de todo el país e incluso es un problema común de Latinoamérica. “Creo que la política pública que estamos implementando en la provincia es la correcta”, aseguró.