“Cuesta entender que no funcionen las cámaras de seguridad, que los radares de velocidad y la identificación de patentes tampoco, todo cuesta entender hoy pero no pedimos venganza, con mi familia queremos que lo atrapen y juzguen al que atropelló y dejó tirado a mi hermano sin vida”.
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Hugo Martínez es hermano de Sergio Daniel Martínez, “Manteca”, el muchacho de 34 años que perdió la vida el miércoles por la mañana sobre la avenida Quaranta frente al Parque de la Ciudad.
Ayer en la vivienda de la calle 58, a 100 metros de la avenida Aguado en el barrio Yacyretá, Hugo y su hermana Karina esperaban que llegara el vehículo con el cuerpo de Sergio para que su madre Rosa pueda despedirlo en la casa donde se criaron sus cinco hijos.
Dialogaron con PRIMERA EDICIÓN y resaltaron que la impotencia los conmociona, que la ironía del destino se suma como nafta al fuego y les indica, con crueldad, que el día del velatorio del “Manteca” también es la fecha de su cumpleaños 35.
“Es muy doloroso, Sergio era un buen hijo y padre, estaba juntando peso a peso sus ahorros trabajando como moto uber para sus tres hijas y pareja. Vivía apasionado por el fútbol y por Racing de Avellaneda, no tenía maldad y lo dejaron muerto todo roto a un costado de la ruta y el que le chocó de atrás desaparece con total tranquilidad”.
La mezcla de información y sentimientos se refleja en las manos de Hugo y en su rostro apretados, que buscan contenerse y mantenerse tranquilos para responder y exigir justicia.
“¿Un hombre con antecedentes penales y en un automóvil robado no pueden encontrar?”, lanzó de todas maneras y sin salirse de la incertidumbre por la falta de efectividad de los controles policiales y las herramientas tecnológicas.
Suboficial del Ejército
Mientras en la zona oeste posadeña imperaba el dolor por la muerte de “Manteca” Martínez, la investigación de la Policía provincial intentaba ubicar y detener al sospechoso de haberlo colisionado con un Renault Fluence rojo con pedido de secuestro por robo.
Los pesquisas allanaron ayer un departamento de alquiler temporario en el barrio Villa Sarita a pocos metros de la Cámara de Representantes. La ironía de lo sucedido también dirá que el sospechoso, Martín Esteban Alcoba Sciartino de 48 años y exintegrante del Ejército Argentino, se escondió el miércoles después del trágico choque a corta distancia del lugar donde se iniciaban las sesiones ordinarias de los diputados misioneros con el discurso del gobernador Hugo Passalacqua.
El procedimiento ordenado por el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, dio resultado negativo. No hallaron al conductor buscado pero fueron secuestrados documentos y elementos que comprobarían que allí estuvo.
De manera paralela se confirmaba que Alcoba Sciartino tiene como antecedente penal una condena de la Justicia de Chubut, donde lo condenaron por estafar a seis denunciantes con la venta de cámaras fotográficas digitales que ofrecía a través de internet.
La sentencia es del año 2021 y se estimó que al menos 150 personas fueron engañadas y perdieron entre 45 mil y 60 mil pesos con el ardid de las cámaras baratas.
Tampoco fue localizado aún el automovilista que rescató a Alcoba después del choque fatal. Vale recordar que el siniestro se registró entre las 6 y 6.30 del miércoles y, a las 7.10 el Renault Fluence fue hallado abandonado detrás de una estación se servicio de la avenida Quaranta y 147, ingreso al barrio Itaembé Miní.
Según la investigación, Alcoba llamó a alguien para que lo buscara. Esto se concretó en pocos minutos y por un automóvil gris.
El mismo día por la tarde, un Renault Clio fue secuestrado y resguardado en la comisaría Tercera de la avenida Uruguay. Su propietario, empleado de seguridad de la Cámara de Representantes, entregó a la policía la documentación y su teléfono celular pero negó tener relación con el hecho.
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