Desde el barrio Villa Lohr de esta ciudad, se oyeron las primeras voces de familiares de Atriel Acosta, el niño presuntamente torturado y asesinado el pasado jueves en San Vicente. La abuela materna expresó todo su dolor al perder a su único nieto y dio detalles de situaciones de violencia extrema que rodeaban a su hija y al pequeño.
María Cristina Acosta (56) es la abuela de Atriel y dialogó con PRIMERA EDICIÓN. Contó que se enteró de lo sucedido el viernes y tuvo que viajar desde Oberá a San Vicente para reconocer el cuerpo de su nieto porque su hija había sido detenida, al igual que su padrastro.
“Ella no lo mató, no puedo pensar que hiciera una cosa así. Tuvo que ser él, era muy violento, todos los vecinos escuchaban cuando los maltrataba a los dos (mamá e hijo). Ellos vivieron un tiempo acá y se veía que era muy agresivo”, agregó.
La abuela de la víctima dijo que muchas veces intentaron denunciarlo y hasta su hija llegó a irse de la provincia para escapar del tormento por el cual la sometía el sospechoso.
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“Yo lo único que pido es justicia por mi nieto. No pude hablar con mi hija, pero estoy segura que ella no lo mató, él la amenazaba siempre y era violento. No entiendo como puede alguien hacer una cosa así, quiero que me digan porqué le hicieron eso a un niño tan bueno, educado y querido”, indicó.
En este contexto, María aclaró que Atriel era el único hijo en común de los dos detenidos y que si bien en San Vicente, la policía halló a dos menores más, de 5 y 8 años, estos serían hijos biológicos del padrastro de Atriel y no de Milagros, la madre de la víctima.
“Él me iba a pedir que lo llevara a los cumpleaños cuando vivían acá porque ni a eso le dejaba este hombre. Él tenía la ilusión de empezar la escuela, mi sueño era llevarlo al jardín y ahora ya no voy a poder, me lo arrebataron”, dijo la mujer con la voz casi quebrada.
El diálogo con la abuela de Atriel se realizó telefónicamente gracias al contacto de una vecina, quien la ayuda en estos momentos difíciles.
Justamente, Roxana (56) agregó pormenores del asunto y ratificó que Milagros era víctima de violencia de género. “Ella llegó a irse a Buenos Aires porque vecinos de acá de Oberá comenzaron a denunciarlo al hombre por las veces que le pegaba. También maltrataba y castigaba mucho a Atriel”.
En esta tónica, señaló que desde Oberá se fueron a vivir hace unos meses a San Vicente y allí también siguieron los hechos de violencia. “La chica se fue a Buenos Aires y además estaba embarazada. Cuando él la obligó a volver, fue porque le dijo que si no lo hacía iba a matar a su madre y a su abuela. Ni bien ella regresó a San Vicente, le pegó tanto que le hizo perder el embarazo, de tres o cuatro meses”, agregó.
También la mujer dijo que Milagros no era violenta con su hijo, que solía corregirlo, pero nunca nadie en el tiempo que ellos vivieron en Oberá, observaron hechos de violencia extrema, como sí se lo vieron al padrastro del pequeño.
“Una vez lo corrió varias cuadras y lo trajo a los golpes. Cuando se ponía violento con la mamá, el nene salía defenderla y le pegaban también”, contó.
La causa por el momento está caratulada como “homicidio agravado por el vínculo” y se aguarda que en los próximos días los dos detenidos sean llevados a indagatoria. También estaría pendiente que se confirme una segunda acusación, de “lesiones graves agravadas por el vínculo” respecto a los otros dos menores que había en la casa donde ocurrió el hecho.
Justamente se pensaba que esos niños de 5 y 8 también podrían ser hijos de la mujer, pero en realidad serían hijos solamente del hombre.