Todos somos energía y vibración, por lo que todos somos colores en movimiento, así que, ¿sabes qué pasa con nosotros cuando los colores están en su lado negativo, en su lado tóxico?
Esto se aplica a lo que usamos, al entorno donde estamos y también a la gente con la que compartimos nuestro día.
La toxicidad del rojo nos hace estar más propensos a la ira, la bronca, seguramente iremos a confrontar a quien tenemos adelante, digamos que vamos a estar en “cortocircuito”, y esto solo nos traerá sentimientos de víctima, de sentirnos inseguros. Un tip para sacarnos rápidamente esta mala energía es hacer “sacudón” estés donde estés, levántate y ponte a saltar, salí a correr, o pega un grito, con esto estarás moviendo esa energía porque si se estanca podés comenzar con problemas genitales y de intestinos.
La toxicidad del color naranja, va por el lado de la pereza, el estancamiento, es cuando nosotros mismos nos encerramos, nos sentimos amargados y nos encontramos apegados a personas o cosas que no son necesarias en nuestra vida. Cuando nos apegamos creemos que somos eso de lo que dependemos y también entran en conflicto el saber dar y el saber recibir, una forma de cambiar esta energía es hacer limpieza de todo eso que ya no necesitamos, donarlo, regalarlo o venderlo.
La toxicidad del color amarillo es cuando vivimos preocupados por el futuro queriendo controlarlo, nos preocupa más el otro que nosotros, de alguna manera nos evitamos y lo que es peor, no nos conocemos. De esa forma estamos dando el poder a otro para que maneje nuestra vida, como dice Claudio María Domínguez: “Dejamos de ser el protagonista de nuestra vida y somos actores de reparto”, es más, trabajamos para los sueños de otros y no para los nuestros.
Para limpiar esta energía tenemos que empezar a ser sinceros con nosotros, meditar y visualizar para conectarnos con nuestro ser y descubrir qué queremos para nosotros y quiénes somos hoy. No ver quién fui… ¡quién soy hoy, ahora! Con esto (que no es fácil, lleva un tiempo y un proceso) vas a descubrir tus dones y talentos.
La próxima edición te cuento sobre los colores fríos. Espero te sirva y puedas empezar a transformar tu energía y liberarte del lado tóxico de los ¡colores!
Gabriela Gómez
Especialista en Cromoterapia
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