Al día de hoy, la Escuela 59 “Juana Azurduy”, ubicada en el barrio Villalonga de la localidad de Garupá, posee una matrícula de más de mil estudiantes del nivel primario, para lo cual solo cuenta con dos porteros, uno durante el turno mañana y el otro durante el turno tarde. En razón de ello, los padres de la escuela redactaron una nota que reúne todos los reclamos y dificultades en materia de recursos, infraestructura y condiciones laborales que atraviesa la institución para poder elevarla al Consejo General de Educación (CGE), en primer lugar, y también al Municipio.
Diego Alejandro Seewald, padre de primer grado, dialogó con PRIMERA EDICIÓN respecto a la situación de los porteros e informó que hasta fines del 2023 eran cuatro, pero que a dos de ellos no les renovaron el contrato, ni tampoco el Consejo General de Educación designó nuevos.
Sin renovación de contrato
“Nosotros los padres fuimos informados por el equipo directivo en tiempo y forma desde comienzos de clases que ambos porteros no tendrán la renovación de sus contratos, dejando así a 1.100 alumnos del establecimiento sin un espacio de trabajo limpio y saludable”, manifestó Diego.
De acuerdo al padre, “los pedidos al Consejo se tramitaron en tiempo y forma por la institución. El director cumplió con todos los requerimientos administrativos para que se proceda a la continuidad de los porteros que ya se encontraban realizando suplencia de una señora que se jubiló y de un señor con problemas de salud que lamentablemente falleció, hasta ahora sin resolución alguna desde diciembre 2023”, explicó.
Los padres se pusieron en conocimiento de éste y otros reclamos del establecimiento luego de la última asamblea de padres el pasado viernes 3 de mayo.
“Las docentes nos comentaron que sus reclamos por escrito estaban siendo ignorados por parte del Consejo, estancados burocráticamente y sin respuesta. También que eran reiteradas las amenazas hacia ellas y que corrían riesgo de ser sancionadas económicamente por reclamar”, comentó.
Esta situación es sufrida en forma frecuente por muchas escuelas que no logran que el CGE se haga cargo de la designación del personal de servicio necesario para garantizar la limpieza de los establecimientos educativos y tampoco logran que las autoridades municipales garanticen la continuidad de los contratos de estos trabajadores. Tanto el CGE como muchos municipios actúan como si el problema a resolver fuera de la escuela, sus directivos y de los docentes.
Las maestras están limpiando los baños
A su vez, comentó que “debido a las condiciones insalubres de la escuela, los docentes se vieron obligados a realizar las actividades de limpieza de las aulas, también de los baños y espacios en común”, añadió Diego y arguyó: “Eso no corresponde, excede su labor”.
Sin respuesta por parte del Consejo General de Educación de la provincia, ante los distintos pedidos por escrito, docentes y padres decidieron movilizarse el martes pasado en las calles.
Entre los reclamos, también se encuentra el pedido de aumento salarial para los educadores, insumos para la limpieza y mobiliario en condiciones para las aulas. Por otro lado, seguido del pedido, le solicitan al CGE el envío de fondos de la copa de leche en tiempo y forma para la totalidad de los alumnos.
“La merienda consta de una taza de leche y un pan para cada alumno, pero se hace difícil porque nos entregan un presupuesto que solo alcanza a cubrir al 70% de los alumnos, no a todos y encima siempre nos lo envían tarde”, relató Diego.