Marcó trayectoria en el derecho penal, en el aula, despacho de juzgado, escritorio y como defensor particular. Pero no únicamente por sus más de cincuenta años vinculado a la abogacía, también por haber cosechado elogios y cuestionamientos. José Luis Rey no pasó desapercibido para los misioneros.
También conocido como “Yiyo” Rey, nació en Corrientes en 1950 pero se lo considerará más misionero que correntino por haber sido docente, juez, abogado y padre de familia en la tierra colorada. Falleció ayer a los 74 años, víctima de una afección tumoral a la que había ganado una batalla hace diez años pero que reapareció determinante hace poco más de veinte días.
Fue juez de Instrucción 2 de la Primera Circunscripción Judicial, pero en 1980 y por trabajo como asesor en la delegación Posadas del PAMI, inició su afincamiento definitivo.
Su cargo en la Justicia de Instrucción Penal lo elevó a la mayor exposición pública. Fue destituido en 2010 junto al juez de Instrucción 1, Horacio Enrique Gallardo, cuando se los imputó en la causa iniciada por el juez federal porteño, Norberto Oyarbide, por presuntas escuchas ilegales que habría realizado la Policía de Misiones -a instancias de estos jueces- a celebridades nacionales y presuntamente por solicitud de pesquisas relacionados a Mauricio Macri cuando se desempeñaba como jefe de Gobierno porteño.
El 21 de marzo pasado, la causa fue anulada por completo tras el recurso de “excepción por falta de acción” al que los jueces del TOCF 5 de Capital Federal, Daniel Horacio Obligado y Adriana Palliotti, hicieron lugar, presentado por Carlos Alberto Beraldi y al que adhirieron los defensores de Ciro Gerardo James, Osvaldo Horacio Chamorro y Mónica González.
La labor de José Luis Rey como docente universitario y educador terciario en Misiones quedó plasmada al frente de cátedras de Derecho Penal tanto en la sede Posadas de la Universidad Católica de Santa Fe, como en la Universidad Gastón Dachary, Cuenca del Plata y en la Escuela de Cadetes de la Policía de Misiones.