Demasiada tristeza desencadena imaginar el mundo sin Alice Munro, la primera escritora canadiense que ganó el Premio Nobel de Literatura en 2013, quien murió este martes a los 92 años en un hogar para ancianos en Ontario donde era tratada por una demencia senil que la fue desarticulando desde hace más de una década.
La pionera del realismo canadiense nació el 10 de julio de 1931, en la zona rural de Wingham (Ontario). La niña Alice Laidlaw (Munro es el apellido que conservó de su primer marido) se crio en la exaltación de la naturaleza y los espacios abiertos, pero también conoció las penurias de la Depresión y los prejuicios y temores de un pueblo que permanecía anclado en el XIX.
Su padre, Robert Laidlaw, puso el pecho a la adversidad y trató de sacar adelante un criadero de zorros. Era un hombre humilde que amaba la literatura. Los Laidlaw eran grandes lectores de la Biblia, que escribieron diarios de viaje en los que han repasado la dura vida de los pioneros escoceses, para quienes el trabajo era un fin en sí mismo.
Esa Alice rara y distinta, que soñaba que sería escritora, comenzaría a escribir en su adolescencia. Su madre, una maestra que luego padecería Parkinson, se empeñó en que su hija estudiase.
Gracias a una beca pudo cursar periodismo y filología inglesa en la Universidad de Western (Ontario) por un breve tiempo; todavía era una estudiante cuando publicó su primer cuento, “Las dimensiones de una sombra”, en 1950. Entonces conoció a Michael Munro, se casó un año después, tuvo tres hijas y quedó encerrada por las obligaciones domésticas y el negocio de su marido, nada menos que una librería.
“Ama de casa encuentra tiempo para escribir relatos” es el título de un reportaje que le hicieron en el diario The Vancouver Sun, en 1961.
“Yo siempre pensé que iba a ser novelista. Me decía que cuando mis chicas fuesen grandes y yo tuviese más tiempo para escribir novelas, iba a hacerlo. El cuento estaba puramente determinado por el largo de las siestas de mis hijas. Pero después resultó que esa fue la manera en la que aprendí a escribir y ya no pude hacer otra cosa”, reveló en una entrevista.
Por su primer libro de cuentos “Danza de las sombras”, publicado en 1968, ganó el primer Governor General’s Award, el premio literario más prestigioso de Canadá.
También obtuvo en 2009 el prestigioso Man Booker International Prize. Pedro Almodóvar se inspiró en tres relatos de Alice, “Destino”, “Pronto” y “Silencio”, incluidos en el volumen “Escapada”, para escribir el guion de su película “Julieta”.
Lejos de ella, el film de Sarah Polley, es una adaptación de “Ver las orejas del lobo”, cuento que integra Odio, amistad, noviazgo, amor matrimonio. Admirada por escritoras y escritores como Joyce Carol Oates, Margaret Atwood, Julian Barnes y Jonathan Franzen, lo sórdido y lo luminoso conviven en las historias inolvidables de la maga del cuento contemporáneo.
Fuente: Página 12