Conocemos el elemento Aire sin presentación previa, nos llega de golpe al nacer, lo necesitamos urgentemente para vivir y desde entonces nuestra relación con él suele ser vaga, inconsciente.
Aprendemos que -aunque no sea visible-, todo el tiempo está allí y no nos preocupamos por nada más.
Somos conscientes de su importancia cuando nos atragantamos, subimos escaleras, cuando sollozamos descontroladamente, en un ataque de asma o con un simple catarro. Es cuando valoramos su presencia en nuestra vida.
Sin embargo, el aire está en todas partes, se cuela en los rincones, define el contorno de nuestro planeta, navega por las arterias y vuelve exhausto por las venas. Si queremos contactar con un elemento que alcance lo más recóndito del Ser y de la Madre Tierra, es a él a quien debemos recurrir.
Solo con detenernos y sentirlo sabremos de dónde viene, qué cualidades tiene y cómo puede ayudarnos, ya que el sol lo hace tibio, el agua lo vuelve húmedo, los muertos lo vuelven frío. Así como se lo sienta será su presentación. Si envuelve el cuerpo como una manta, le agradeceremos que nos cuide. Si corta como navaja, dejaremos que remueva lo que ya no nos corresponde.
El aire tiene determinadas correspondencias como el color amarillo, la primavera y el punto cardinal del Este. A través del uso de inciensos, sahumerios, sonidos agradables, plumas o un cuchillo, podemos representarlo a la perfección. También se lo llama cantando, haciendo sonidos guturales y con mantras. En las casas se pueden colgar móviles y en los árboles, cintas.
Trabajar con el aire nos sirve para potenciar la concentración, la elocuencia, el estudio, incluso para resolver discusiones, es un elemento especialmente potente para iniciar proyectos, negocios o emprender.
El elemento aire es la energía de nuestra mente y de la misma forma que su equivalente en el mundo físico puede estar en calma o convertirse en un devastador huracán. Trabajar con él no es sencillo ya que sus continuos cambios de dirección y de velocidad, lo hacen muy inestable.
Los chamanes llamamos al Aire: mensajero. En nuestros viajes caminamos entre su cortina para llegar a los diferentes mundos, ya que nos permite movernos en otros planos y realidades, nos trae la memoria, el conocimiento y la sabiduría que hemos adquirido a lo largo de los años.
Escuchamos su lenguaje porque trae las voces de los ancestros, del monte y de los animales.
Lo honramos porque es el Aliento de Vida, es el primer elemento que tomamos cuando llegamos a la Tierra y el último que nos deja al trascender.
Que el sagrado Sol siga iluminando tus pasos…💖