En otros tiempos, llorar era un signo de debilidad, inmadurez y victimización, por eso solo se les permitía a las mujeres ser débiles y a los hombres no. Cero contemplación a los sentimientos masculinos. Pero hay algo más importante y es que como las mujeres tienden a llorar más que los hombres -para los psicólogos-, esto las ayuda a formar lazos más estrechos con los demás, al establecer “una sensación de seguridad” dentro de un grupo. Las humaniza.
Algunos expertos creen tener la respuesta, pues existe una razón fisiológica: la hormona prolactina tiene un mayor nivel en las mujeres que promueve el llanto mientras que la testosterona en los hombres parece inhibirlo. Sin embargo, a lo largo de sus vidas, los niveles de testosterona comienzan a disminuir y es posible que ellos lo hagan con mayor frecuencia.
Mientras que otro signo negativo es que el llanto está relacionado con la depresión e infelicidad, algo que supuestamente afectaría en la imagen laboral. Aunque también ahora ya está cambiando, ya que se valora mucho la empatía y una persona con problemas despierta ese sentimiento en los demás.
Cuestiones del llanto
Una de las principales razones de ¿por qué lloramos? Es porque nos sirve para comunicarnos, y es lo segundo que hacemos al nacer o lo primero junto con la respiración.
También puede ser que lloremos por fatiga: los ataques de llanto también pueden estar asociados con la irritabilidad y la tristeza asociadas con la falta de sueño.
El llanto hace que se liberen hormonas que funcionan como anestesias naturales y tienen la capacidad de paliar el dolor. Las lágrimas también ayudan a eliminar las toxinas que se van acumulando en el organismo a causa del estrés. Estas serían algunas de las razones por las que se están poniendo de moda las “Terapias de llanto” para liberar emociones e incluso curarnos del estrés.
Cuestión biológica
En el proceso actúan: la corteza prefrontal, en la que tenemos las funciones ejecutivas, es donde reside la voluntad, valoramos la realidad y tomamos decisiones de manera racional. Y la otra es la amígdala donde residen las emociones y nos hace actuar de forma más impulsiva, automática e involuntaria.
Cuando la amígdala se activa demasiado, debido a una cuestión biológica, se desactivan las funciones de nuestra corteza prefrontal en forma automática. En ese momento, somos “pura emoción” y no logramos razonar con claridad, hacemos lo que nuestras emociones dictan hasta que la hiperactivación amigdalar empieza a estabilizarse y tomamos mayor conciencia.
Diferentes tipos de lágrimas
Las lágrimas no son las mismas para cada ocasión. A saber, existen al menos tres tipos de lágrimas, cada una con sus propios beneficios:
Lágrimas basales: son las lágrimas de constante flujo para mantener el ojo humectado. Proporciona a la córnea ácidos y proteínas ricas en nutrientes; además de ser germicidas que protegen el delicado órgano, así como la proteína lisozima que ataca las bacterias.
Lágrimas reflejas: son las lágrimas que se secretan cuando se irrita el ojo ante agentes como polvo o gases como el propanotial sulfóxido (el de las cebollas), y que sirven para proteger y humectar. La producción de lágrimas reflejas supone un aumento del 100% ante un estímulo.
Lágrimas emocionales o psíquicas: varios estudios ubican el impulso de producción de las lágrimas emocionales en el sistema nervioso. Se sabe que contienen mayor concentración de proteínas; hormonas antiestrés: la prolactina, la adrenocorticotropina y la leu-encefalina.
Sin embargo, esta lágrima psíquica continúa siendo un misterio, según el investigador de la unidad de ciencia de la BBC Adam Rutherford.
¿Es verdad que llorar sana?
Muchos autores aún discuten sobre esto, sin embargo, se ha encontrado que personas sanas emocionalmente, luego de llorar, expresan alivio o descanso. A esto se anteponen otros estudios que sugieren que llorar debilita el sistema inmunológico, sin embargo, no es de extrañar que en las psicoterapias se nos pida llorar; es decir sacar lo que sentimos mediante el llanto, sobre todo porque en el proceso se elabora la razón para llorar y se le da un fin útil y por tanto, catártico.
Hay muchos autores y corrientes que contradicen esto, sin embargo, es donde aplica lo que es mejor para cada persona. Otras opiniones, sugieren que efectivamente sí se eliminan hormonas del estrés, se oxigena y se limpia la mirada (literal y metafóricamente) para seguir adelante y dejar atrás la situación en cuestión.
Según algunos estudios, así como las mujeres lloran más, en comparación con los hombres, lo hacen por motivos distintos. Mientras que las mujeres lloran más por ira e impotencia; los hombres lo hacen por orgullo y alegría. Además, la mayor razón por la que ambos sexos lloran en general es el sentimiento de pérdida. Sin duda uno de los sentimientos más difíciles de superar.
¿No podés llorar?
Para evitar que las emociones negativas se queden dentro tuyo puedes desencadenar el desahogo emocional viendo películas tristes que te hagan llorar. Es un acto efectivo, además de sencillo. Si puedes verla, piensa en la película que te hizo llorar y mírala de nuevo.
Cuándo resulta peligroso
Es necesario alertar que cuando el llanto está asociado con un episodio de depresión puede ser un signo de que se requiere ayuda para procesar las emociones. Lo mejor es consultar con los especialistas para determinar los factores que desencadenaron este trastorno y el mejor abordaje para fortalecer la inteligencia emocional.
“Pedir ayuda no significa que seas débil, solo significa que te preocupas por ti mismo y por los que te rodean y que quieres ser una persona sana. Muchas personas luchan contra la depresión y la ven como si fuera una debilidad”, se sinceraba el cantante Justin Bieber en su Instagram.
Razones para llorar
Las lágrimas son buenas para la visión: evitan la deshidratación de las membranas mucosas de los ojos.
Pueden matar algunas bacterias: en este caso sí es a través del llanto fuerte y difícil de calmar, que sirve para eliminar toxinas que se acumulan en el organismo.
Ayudan a reducir el estrés: el líquido es muy semejante al que segrega el cuerpo cuando sudamos, siendo así dos formas válidas para eliminar los altos niveles de estrés.
Mejoran el estado de ánimo: cuando lloramos, se eliminan grandes cantidades de manganeso, que calma el mal genio, puesto que los altos niveles de manganeso dentro del organismo hacen que se generen estados de profunda fatiga, irritabilidad, depresión, ansiedad y otros desórdenes que pueden afectar gravemente la estabilidad emocional de cualquier persona.
La recomendación es no contener las lágrimas, ya que se genera un mal a todo el organismo, puesto que no se liberan esas angustias y emociones negativas, lo cual a la larga ocasionará que se concentren todas estas emociones, desencadenando algo mucho peor.
Rosanna Toraglio
Periodista
de Primera Edición