Tras los incidentes en la Legislatura misionera, los tres obispos de Misiones (de Posadas Juan Rubén Martínez; de Oberá, Damián Santiago Bitar; y de Puerto Iguazú, Nicolás Baisi) publicaron una carta abierta llamando al diálogo entre policías, docentes y otros trabajadores públicos y el Gobierno, para pacificar la situación.
“Seguimos de cerca los graves acontecimientos de estos días. En situaciones complejas como la que atravesamos, hay que evitar alimentar la confrontación y hay que propiciar el modo más sabio y oportuno de afrontar nuestros conflictos, que es la búsqueda de consensos a través del diálogo”, señalaron en su mensaje los obispos.
Sobre ese documento, el titular de la diócesis obereña amplió ayer su posición en FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero.
“El diálogo no puede faltar en un momento de conflictividad social y económica compleja como la que estamos viviendo en Argentina. Es la única vía para alcanzar soluciones justas y auténticas”, sostuvo Damián Bitar.
Agregó enfático: “En momentos en que se están dando cortes de ruta, hechos de violencia verbal, manifestaciones desagradables que no hacen bien a la comunidad y que los medios nacionales magnifican un poco, sin restar lo complejo de la situación, debe primar la sensatez. El que reclama que lo haga con medida porque no se puede pedir lo imposible y quien tiene que dar, que haga el esfuerzo para dar lo más que pueda”. Y deseó: “Ojalá que con la sensatez que debe primar en estos momentos se encuentren soluciones”.
Economía e ideología
Bitar sentó postura del conflicto en el contexto económico que vive hoy la Argentina, al reconocer que “el agobio económico (para la gente) es muy grande porque el salto devaluatorio más la inflación hicieron que esté todo más caro en la vida cotidiana y el dinero no alcanza. Eso provoca tensión y desánimo”, a la vez que cuestionó los “tintes ideológicos” de la protesta en el sentido de “no aflojar nada y de tensar el arco hasta provocar que se corte”.
“El no agravio y la no violencia permiten que en una mesa de diálogo se pueda llegar a consensos razonables. Hay que buscar el mayor bien posible. Cuidemos la paz social, la violencia no logra nada y nos hiere como sociedad”, pidió el obispo obereño.
“No concuerdo con los cortes de rutas”
El Obispo explicó que, así como lo expresó en otras oportunidades, en este conflicto “no estoy de acuerdo con los cortes de ruta y sigo en esa posición. Para mí los cortes de ruta no son métodos adecuados para reclamar en una causa justa, como lo es un pedido de aumento salarial”.
“Lo mismo sucede con los servidores públicos”, dijo sobre el reclamo policial y trajo a colación que uno de similares características se originó hace algunos años en la provincia de Córdoba (donde prestó servicio antes de Misiones), también en un clima de tensión y de violencia extrema para aquella provincia.
“Cuando una persona entra a una fuerza policial, sabe que no tendrá una mesa de diálogo con las autoridades, porque no tienen gremio ya que no pueden protestar como otros empleados públicos o privados. El fin no justifica los medios, hay que ser muy prudente y sensato”, insistió.
Mediación sin violencia
A la pregunta si los tres obispos, o él en particular, estarían dispuestos a oficiar de mediadores en el conflicto con los trabajadores estatales provinciales, Bitar dijo que, para ello, lo deben pedir las dos partes (que hasta ayer no había ocurrido). Y que, quien acepte mediar, ponga condiciones para no quedar “en medio del fuego y sea usado por ejemplo o no logre nada”.
“Siempre algunas condiciones se ponen para aceptar las mediaciones, como por ejemplo levantar los piquetes, que no haya hechos de violencia, elegir a los representantes de cada una de las partes y el mediador los reúne para que dialoguen y traten de llegar a un acuerdo. Sino, uno puede ser usado”, explicó.
“Yo nunca lo hice ni estuve en una situación así”, confió. Pero, a su entender “no es necesario en un sistema democrático.Cuando la democracia tiene representantes del pueblo, elegidos como tales, son los funcionarios y servidores públicos los que tienen que estar para representar al pueblo que está reclamando una mejora en sus haberes o algún derecho que cree que no está tenido en cuenta”, sentenció.
“Hay que tener cuidado que no nos utilicen”
Los capellanes policiales, a principios de esta semana, oficiaron una misa arriba de una camioneta policial en el corte de la avenida Uruguay. Al respecto, monseñor Bitar admitió que “los capellanes tienen que acompañar a su pueblo, en este caso las fuerzas policiales”.
Sin embargo, opinó: “Voy a serles claro y se lo dije a uno de los capellanes que tengo en la diócesis: yo no hubiera hecho una misa, sí hubiera invitado a rezar una oración o elevar una plegaria por la paz, por la fortaleza para que se llegue a un arreglo, etc. En mi misión pastoral no soy de multiplicar las misas en cualquier evento o en cualquier encuentro, esa es mi opinión”.
A su vez aclaró que “una misa nunca está de más si es bien celebrada y se pide a Dios en la eucaristía su bendición en la fortaleza y la solución a los conflictos. Pero también hay que tener cuidado de que, en eso, no se nos use, no se nos utilice. Acompañar, estar cerca, compartir, es la misión de los sacerdotes, de los capellanes. Otro tipo de cosas pueden ser opinables, discutibles”.
Pobreza y situación de comedores
El obispo de Oberá amplió su visión sobre el flagelo de la pobreza y las necesidades de alimento, que se vieron profundizadas a partir de la política aplicada por el Gobierno de Javier Milei. “El salto devaluatorio que llevó a un aumento de precios de todo más el aumento en los servicios ha hecho que los ingresos no alcancen. Si bien, hubo aumentos en la tarjeta Alimentar y en la asignación por hijo, no han sido correlativos -según me cuenta la gente- con el aumento en el costo de vida”.
Y puso como ejemplo el aumento en las tarifas de luz, “que a todos nos ha sorprendido por el salto que dio y ha hecho que el dinero no alcance”.
En ese sentido, agregó que “hay más gente que pide lo necesario. Noto en el Obispado que hay mucha más gente que está en la calle vendiendo limones buscando el pan de cada día”.
A nivel de merenderos y comedores que tiene la Iglesia diocesana en Oberá, reflejó que “se mantiene alto el número de niños que asisten y, gracias a los malabarismos que hace Cáritas, se está pudiendo brindar la copa de leche o alguna otra ayuda para estos momentos, más la solidaridad de la gente, porque otros merenderos funcionan aparte de los de Cáritas los fines de semana, es admirable ver esa solidaridad de personas anónimas para que funcionen”.