Iván Ener Sand, hijo del referente agrario Hugo Sand del municipio de Guaraní, decidió elaborar una producción que llevaba en la familia desde la década del 50. Aunque confiesa que en su familia nunca fueron elaboradores, decidió empezar su propia propuesta: una variedad de té con certificación orgánica.
El emprendimiento, Alma Anette, inicia en la primavera del 2017, cuando Ivan vuelve a su casa, luego de terminar sus estudios universitarios. En un contexto complejo para la industria tealera, decide salir del sistema industrial y apostar por la agroecología.
“Decido en el año 2019 construir un pequeño espacio para elaborar té en la chacra, reparo una vieja enruladora que me regalaron y me incorporo al sistema único de certificación participativa para lograr el sello agroecológico”, explicó Iván a Eco & Agro.
Es así que, desde ese entonces, cosechó y elaboró su propio té, perfeccionándose como catador, participando en competencias de tés artesanales de América, generando cursos de capacitación y recibiendo a los universitarios de agronomía, en sus viajes de estudio.
“La propuesta busca ser una alternativa para la comercialización de los brotes de té, mediante la elaboración de estos en sus diferentes variedades, bajo los pilares fundamentales de la agroecología, precios justos, sustentabilidad ambiental y sustentabilidad social”, señaló el productor.
Para lograrlo, no utiliza herbicidas ni fertilizantes químicos, el desmalezamiento lo realizó de forma manual o con la introducción de ovejas dentro de los lotes de té y con el estiércol elabora sus biofertilizantes.
“Desplazamos a las máquinas cosechadoras de té y contrato obreros para la cosecha en sus diferentes protocolos, según la variedad que quiero realizar”, especificó Sand.
En la actualidad, Alma Anette cosecha unos 600 kilos anuales de hoja verde de té, que significa unos 100 kilos de hebras.
Para realizar las tareas contrata obreros que lo ayudan con la cosecha y luego es Sand quien se encarga de la elaboración, fraccionamiento y venta. Esta se hace a través de redes sociales y la entrega la hace en su domicilio. “Es un sistema sencillo, lo más artesanal que se puede”, confiesa.
“A medida que se va conociendo mi emprendimiento, las ventas van aumentando año a año” señaló Iván, que tiene los objetivos claros: avanzar en técnicas biodinámicas en el cultivo, mejorar la calidad de las hebras, llegar a más consumidores. “Y… quien sabe, algún día viajar a China a capacitarse en técnicas de elaboración de té”, finalizó.