Tras dos días de debate oral ante el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial, fue condenado a 16 años de prisión un comerciante de Jardín América acusado de abusar sexualmente y corromper a un niño de 8 años, su sobrino.
El fiscal Vladimir Glinka solicitó 18 años de prisión para el encartado como “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple –varios hechos- y abuso sexual con acceso carnal -al menos dos hechos- en concurso real”.
El Tribunal Penal estuvo compuesto por Carlos Jorge Giménez como presidente y César Antonio Yaya y Gregorio Augusto Busse, como vocales. Mientras que la defensa del propietario de un lavadero de automóviles fue representada por los abogados Martín Federico Tilli y Hugo Daniel Zapana, quienes solicitaron la absolución y subsidiariamente una condena mínima por los delitos comprendidos en el artículo 119, primer y tercer párrafo, del Código Penal Argentino.
Los jueces por unanimidad resolvieron condenar al tío del niño víctima de los ultrajes sexuales que fueron denunciados por la madre del menor en enero de 2021.
Hace tres años
De la presentación judicial se resumió que el 8 de enero de 2021 a las 23 aproximadamente, momentos en que se encontraban acostados mirando la tele, le anuncia a su madre que quería contarle algo pero le pregunta si ella no le iba a retar o golpear como castigo. La progenitora le responde que no lo haría y le instó a que se lo cuente con confianza.
Le relató al detalle que en la casa de su abuela materna y cuando ella salía a hacer compras, el tío “le introducía el pene en la boca, le hacía tocar sus partes íntimas”, y en una ocasión en el pasillo de la casa lo accedió carnalmente. También le manifestó que el tío buscaba y encontraba los momentos para tener a la víctima a solas, abusaba del pequeño y lo amenazaba con que si contaba algo lo iba a “matar a él y a su hermano de 13 años”.
El abusador durante los actos delictivos, le decía al menor que “era su putita”. Todo esto ocurrió entre junio y diciembre de 2020, poco tiempo antes que rompiera el silencio el niño, el 8 de enero de 2021.
Cuatro días después, la madre y la víctima viajaron a Posadas para que lo examinara un médico. El galeno, según obra en el expediente por declaración de la denunciante, le dijo: “El ano de tu hijo está muy alterado, sí o sí tenés que hacer la denuncia, de lo contrario no te voy a dejar ir a tu casa”.
La presentación judicial fue ampliada y se sumaron detalles de lugar, circunstancias y protagonistas que remarcaron que el menor que, en una oportunidad y en el baño de la casa de su abuela, el niño fue atacado sexualmente en el pasillo y en una habitación.
Los estudios forenses confirmaron coincidencias de los genitales de la víctima compatibles con los abusos sexuales.
La voz del menor en Cámara Gesell también fue contundente y además lo escribió en un papel con total crudeza y que este medio se reserva publicar.
“Quedó acreditado que la víctima fue abusada (…) La pena radica en la extensión del daño causado por el hecho, fue gravísimo”, resaltó el fiscal Glinka ayer ante el Tribunal.