A causa de la ola polar que avanza sobre Argentina, el cultivo de productos esenciales para la canasta familiar, como el tomate y los morrones está sufriendo importantes complicaciones, lo que ha provocado un aumento en los precios que ronda el 21,21% para el tomate y un 15,38% para el morrón rojo.
De esta manera, la caja de ocho kilos de morrón rojo ya supera los $40.000, mientras que la de 18 kilos de tomate perita se consigue a $45.000 en el Mercado Central de Posadas. En el caso del tomate platense, directamente no cuenta con un precio de referencia.
“Estas subas tienen que ver con las inclemencias del tiempo y la zona de donde vienen que es más lejana”, explicó el titular del Mercado Central, Fernando Toledo, a PRIMERA EDICIÓN.
No obstante, Toledo aseguró que el abastecimiento de los productos es normal y no hay riesgos aún de faltante.
Esta suba inicialmente fue atribuida a factores estacionales, sin embargo los verduleros advierten que, una vez que los precios se disparan, suelen bajar cuando mejora el escenario, pero no regresan a los niveles anteriores, generando una presión constante sobre la inflación, punto en el cual coinciden con los productores.
Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en abril los precios de los agroalimentos se multiplicaron 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino), es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada peso que recibió el productor.
Según CAME, el productor primario no es formador de precios. Si bien algunos productos con alta incidencia en la canasta (como, por ejemplo, la cebolla y el tomate) presentaron un reacomodamiento en los precios al productor, estos valores no llegaron a compensar la inflación acumulada, por lo que el primer eslabón (origen-productor) sigue resignando rentabilidad frente al resto de los actores de la cadena de valor.
Esto quiere decir que, la estructura de formación de precios en Argentina nace en la góndola y se va disgregando hacia atrás, hasta llegar al productor, cuando debería ser al revés.
Ventas minoristas
En las verdulerías y puntos de venta minoristas, el morrón rojo se vende desde $8.000, hasta los $10.000 el kilo, dependiendo del lugar. Un valor muy elevado respecto al morrón verde, que se consigue a partir de los $3.000 o $3.500 el kilo.
En el caso del tomate, el kilo está entre 3.200 a 3.500 pesos en precio minoristas. “La gente antes compraba un kilo o dos de tomate, ahora compra medio kilo o dos frutas”, explicó José Romero, verdulero de Posadas a este Diario.
Romero indicó que, con estos productos, debe resignar porcentajes de ganancia “achicando” este ítem para poder mantener las ventas.
“Si le pongo el mismo porcentaje en el precio final, al tomate y al morrón, que al resto de los productos, debería vender más caro; pero quitando el porcentaje que yo saco para vender, no me da, debería vender el tomate a casi $4.000 el kilo, por eso yo trato de ganar menos por unidad, pero vender más y más barato por kilo”, agregó.
Otros productos que sufrieron un incremento importante, explicó el comerciante, son los zapallitos y pepinos. “La caja estaba $12.000, después se fue a $18.000 y ahora $45.000 ya sea de zapallito o de pepinos”, advirtió Romero.
Con una fuerte caída del consumo, los comercios buscan poner promociones para retener a los clientes, pero con estos productos les resulta imposible, por lo menos hasta que sufran un retroceso en sus precios.
Producción local
Misiones cuenta con una cuenca frutihortícola integrada por colonos que cultivan tomates y morrones a granel. Estas producciones tienen como destino el Mercado Central de Posadas, pero no se llega a satisfacer la demanda.