Vamos leyendo frases en nuestro día a día como: “Vive el momento”, “la vida es aquí ahora”, pero ¿cómo aplicar esto cuando vivimos en un mundo que nos lleva a correr y andar rápido?
Vivimos en automático sin darnos cuenta. Llega la mañana, trabajamos, volvemos a casa cansados y poco tiempo tenemos para reflexionar sobre cómo nos estamos sintiendo.
Sentir nos ayuda a conectar con el momento presente. Y eso a su vez nos lleva a vivir profundamente, lo que implica sumergirse en lo más profundo de nosotros para poder vernos, conocernos, saber nuestros deseos, frustraciones y eso nos cuesta, ya que todo lo que vemos afuera es atractivo para nuestra mente-ego que no quiere que nos demos cuenta.
Vivimos dormidos muchas veces, ni siquiera reflexionamos en ello, vivimos disociados, como si la vida fuera de otro.
Aprender a sentir me llevó tiempo, no fue fácil: me enojé, me desilusioné, hasta que pude conocerme, saber mis mecanismos de defensa y aceptar lo que había elegido, lo que no había dicho, lo que dejé que hagan, aprendiendo a poner voz y límites.
Aprendí a relajarme y soltar, puedo disfrutar el momento presente sin querer tener el control. Hay días que puedo y otros no. Sabiendo que no controlo nada.
Disfruto de la sencillez de caminar, respirar, intento asombrarme con la belleza de las flores, miro menos edificios y más árboles con sus pajaritos, y así observo cómo viven sin estrés, sin todo ese control que queremos ¡tener!
A vivir el momento se aprende y se practica como una gimnasia. Podemos hacerlo en cualquier momento, desde sentir el agua que toca el cuerpo al bañarnos, hasta sentir los pies al caminar.
Cuando llevamos la atención al cuerpo nuestra mente se aquieta y aparece nuestro ser, que está ahí golpeando dentro nuestro queriendo ¡expresarse!
Hoy podés probar hacer eso: respirá y sentí tu cuerpo, ¿qué tiene para decirte? ¿Te sentís pleno? ¿Vivís el presente o estás proyectando hacia más adelante?
Realmente la vida es hoy, aceptarnos puede ayudar a que nos animemos a vernos, a comprendernos, amarnos y mirarnos con paciencia y respeto.
Bendiciones.
Prof. Paula Vogel
Gimnasia para el Alma.
Whatsapp: 3764-414872