Necesitamos los cambios para elegirnos, para saber cuánto nos dejamos de lado muchas veces. En tu vida ¿en qué lugar estás, en qué lugar te ponés? Hay cambios que no son fáciles, más cuando involucran alejarnos de personas o renunciar a aquello que creemos que es importante o que nos costó conseguir, pero ¿y si eso nos hace mal?
Cambiar parece ser el único camino para transformar nuestra vida, pero parece que necesitamos llegar a los extremos para poder hacerlo y en el camino nos vamos destruyendo un poquito. El color violeta está asociado a este camino de renovación, transformación y por qué no también de liberación. Este color frío que aparece a la hora de rezar, de meditar y cuando nos liberamos de cosas o personas que nos hacen mal.
Violeta o lila, suaves o fuertes, cuando a parece en nuestra vida o cuando los buscamos significan que estamos atravesando cambios, que queremos cambiar algún área de nuestra vida.
Cuando por el contrario lo rechazamos es porque nos encontramos apegados a personas, cosas o situaciones que de manera inconsciente muchas veces no nos van a dejar avanzar en nuestra vida. Si sostenemos eso que nos hace mal, ten por seguro que te vas a lastimar el doble.
Cuando usas el color violeta para elevar tu vibración vas a encontrar grandes cambios en tu vida, en tu forma de ser y en tu forma de pensar. Tendrás como resultado más paz, más libertad y sabiduría.
Para trabajar este color o empezar a hacerlo usálo, o mirá y contemplá este color en alguna flor, un cuadro, o algo que tengas. Piensa en ese color, siente su vibración y energía. Y en el caso de meditar imagina este color rodeándote, por dentro y por fuera, lleválo a tu corazón para que los cambios que tengas que hacer estén llenos de amor, de sanación.
La vida es de color violeta, ¡siempre hay cambios! ¡Feliz Domingo!
Gabriela Gómez
Especialista en Cromoterapia
Whatsapp 3764-719053