Muchas veces estamos en situaciones en las que nunca antes nos vimos y no sabemos bien cómo interpretarlas o hacia dónde nos llevarán.
Queremos saber de antemano cómo “clasificarlas”, dónde ubicarlas, y como son nuevas, no podemos ponerles un título tranquilizador.
Las personas muchas veces necesitamos ponerle título a las cosas para tranquilizar nuestros miedos o la ansiedad que nos genera caminar hacia lo desconocido.
Pero son esos caminos nunca transitados, los que nos llevan a destinos nunca vistos por nosotros hasta el momento, por eso, aunque te dé incertidumbre, solo sigue explorando qué tiene esta situación para regalarte.
Cuando haces cosas, cosas pasan, por eso: ¡Incomódate!
Salir de lo conocido, de nuestro ámbito natural, hacer cosas que nunca hicimos o no poder poner un título a una situación que estemos viviendo, nos genera incomodidad, pero también, nuevas oportunidades. Solo hay aprendizaje cuando nos incomodamos, cuando salimos de nuestra zona de confort y ese aprendizaje es doble.
Se duplica porque por un lado aprendemos lo que esa situación vino a enseñarnos, pero por otro lado aprendemos a confiar en nosotros mismos, en que siempre podremos elegir otro camino, si el que estamos transitando, no nos gusta o no nos hace felices.
Tenemos que incomodarnos para ampliar nuestro campo de conciencia, tener éxito, lograr metas, sentirnos vivos y no arrepentirnos por lo que no hicimos. Por eso, ¡incomódate! Tenemos el poder de decidir cada paso de nuestra vida, no necesitamos escondernos de las situaciones desconocidas, somos los conductores de nuestra vida y podemos elegir el camino a seguir a cada paso.
Como afirma Richard Bach en su libro “Ilusiones”: “No vuelvas la espalda a los futuros posibles, sin saber que no tienes nada que aprender de ellos, siempre gozarás de libertad para elegir otro futuro”.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
[email protected]