El fiscal de Instrucción 1 de esta ciudad, Estanislao Elías Bys, le dictó la falta de mérito al único detenido por el crimen de la comerciante y catequista Gladis Gómez (39), señalaron fuentes del caso.
De esta manera el sospechoso, quedó a un paso de recuperar la libertad, aunque esto lo debe resolver en última instancia el juez de Instrucción 1 de Oberá, Pedro Benito Piris, quien siguió la investigación de la causa.
El citado representante del Ministerio Público analizó un pedido de la defensa, donde solicitaron “el sobreseimiento del acusado”, es decir la libertad de su asistido conforme a la valoración de los elementos probatorios recolectados durante la instrucción, y donde a su criterio “no existen elementos de convicción suficientes para elevar la causa a juicio en contra del implicado”.
Fue así que el fiscal entendió que no hay pruebas suficientes para ordenar la prisión preventiva, pero tampoco para sobreseer al imputado, por ello dictó “la falta de mérito para el sospechoso”, conocido como Elías, de 32 años, quien por el momento continuará detenido.
Acerca de los fundamentos de la fiscalía y a los que este Diario tuvo acceso, en principio citan la declaración de un testigo, quien aseguró que uno de los primeros detenidos y actualmente sobreseído en la causa habría confesado la participación de Elías.
“En este contexto, las diversas versiones presentadas y la falta de consistencia en los testimonios disminuyen la credibilidad de la acusación contra el imputado. Por lo tanto, es imperativo concluir que no existen pruebas contundentes que respalden su participación en el lamentable suceso, lo que justifica una falta de mérito en su favor”, reza la resolución del fiscal. En otro párrafo menciona que “ambas circunstancias, las supuestas acusaciones, y al ser consultado sobre un tatuaje de un trébol en el cuello -que no posee Elías-, restaron fuerza de convicción a la declaración del testigo”.
Actualmente Elías está detenido e imputado en forma preventiva por “homicidio en ocasión de robo” tras ser capturado a mediados de marzo pasado en la provincia de Buenos Aires, luego de permanecer seis meses prófugo.
Se dijo inocente
En su declaración indagatoria ante el mencionado juez, el sospechoso aseguró que aquel 2 de marzo de 2022, noche del homicidio, trabajó durante toda la jornada en una construcción y que las personas que lo mencionan como uno de los dos motochorros que llegaron al comercio de la catequista sobre la calle Piedra Buena de Oberá, se confunden o mienten.
De acuerdo a la versión policial y de la propia víctima, uno de los dos delincuentes le exigió que entregara dinero y, como la respuesta fue negativa, le disparó.
Sin embargo, pese a que intentó desligarse del hecho, fue llamativo para los pesquisas que el imputado salió de la provincia prácticamente al otro día.
Lo que ahora desestimó el fiscal es que un testigo mencionó en el expediente que uno de los supuestos asaltantes tenía un tatuaje de un trébol, “sin embargo el acusado no tiene dicho tatuaje”.
La fiscalía también restó validez a los dichos de otros declarantes e incluso involucrados en el inicio de la investigación, debido a la falta de consistencia a la hora de acusar a Elías.
“La volvieron a matar”
El robo seguido de homicidio fue perpetrado la noche del miércoles 2 de marzo de 2022, cuando dos motochorros asaltaron el comercio donde trabajaba Gladis en Oberá. Uno de ellos, el que ingresó al local, le disparó en la cabeza.
La misma víctima, quien agonizó once días, llegó a decirle a un ocasional testigo que uno de los ladrones, el que disparó (el otro quedó en la moto), tenía acento porteño.
Apenas cometido el crimen, y por testimonios, surgieron dos posibles autores. Sin embargo, fueron liberados a pocos días de cumplirse un año del homicidio de Gladis, quien también era catequista. Fue porque no hubo evidencia concreta en su contra.
La irreparable pérdida a manos de asesinos generó numerosas marchas en pedido de justicia en Oberá. La mujer era muy apreciada en la ciudad y su muerte hizo que por primera vez gran parte de los comerciantes de la zona centro se movilizaran solicitando mayor seguridad y pronto esclarecimiento del hecho. Fue una cita sin precedentes a la que acompañó la comunidad local en general.
Cuando liberaron a los dos primeros sospechosos (quienes fueron sobreseídos tras permanecer detenidos por más de un año), el golpe que recibió la familia de la víctima fue tal que para una de las hermanas de Gladis fue como “que la volvieron a matar”.
Ahora las expectativas están centradas en lo que pueda llegar a resolver el juez instructor, Pedro Benito Piris.