Se conoció el resultado preliminar de la autopsia practicada al cuerpo de Juan Batista Camargo (28) y se confirmó que lo ejecutaron de cuatro disparos en la cabeza, con un arma de fuego calibre .380 o .368 milímetros (son muy similares). Presumen que el joven reparaba la motocicleta del sospechoso cuando regresaban desde Irigoyen a San Antonio supuestamente después de hacer un trabajo.
El sospechoso es un joven de 21 años detenido en la vivienda de su hermana en San Antonio y de acuerdo a un testimonio considerado clave en la investigación, un día antes que apareciera el cuerpo de la víctima, discutió con Batista Camargo por cuestiones “laborales” y lo amedrentó con dos armas de fuego que portaba en la cintura.
Si bien en dicho allanamiento secuestraron una escopeta, esta no sería la homicida, pero confirma de alguna manera que el sospechoso tenía conocimiento y manejo de armas de fuego.

Otro dato clave que trascendió ayer es que de los cinco dispositivos electrónicos incautados (cuatro celulares y una tablet) uno de ellos estaba oculto en el baño de la propiedad allanada y podría ser el de la víctima.

También donde residía el único sospechoso, secuestraron chapas patentes de motocicletas que posiblemente sean robadas y formen parte de una red dedicada a reducir motocicletas hurtadas en Misiones y venderlas a bajo costo en el mercado informal de Brasil.
Efectivos de la Dirección Homicidios y de Investigaciones de la UR-XIV de San Pedro son los que llevan adelante las pesquisas. Fuentes en contacto con este medio confirmaron que todo lo secuestrado, fundamentalmente el celular mencionado y las ropas (un jean y una remera) serán sometidos a pericias por parte de la Policía Científica.
Respecto al móvil del crimen y algunos detalles más que se conocieron con la autopsia, una de las posibilidades es que tanto la víctima como el detenido hayan estado juntos las horas previas al homicidio y que incluso Batista Camargo haya sido ejecutado cuando reparaba la motocicleta del sospechoso, una New Honda Titán 150 negra, con la que habían ido a Bernardo de Irigoyen para realizar un “trabajo”.
Según las mismas fuentes, el fallecido tenía rastros de aceite y grasa en las manos. Por su parte, la motocicleta incautada, estaba casi escondida tapada con alguna sabana y tenía la cadena de distribución reparada provisoriamente con un alambre.
Respecto a los disparos, dos fueron en la parte parietal derecha y los restantes en el lado opuesto, uno de ellos casi a la altura de la oreja. Solamente encontraron una vaina dentro del cuerpo, según explicaron voceros del caso.
Otro detalle que trascendió en las últimas horas, es que en el lugar donde hallaron el cuerpo de Batista Camargo se detectaron rastros o huellas que pueden ser compatibles con las de una motocicleta.
El hecho y antecedentes
Juan Batista Camargo (28) fue hallado sin vida a la vera de la ruta 14 a la altura del paraje Gentile el miércoles alrededor de las 8. Tenía signos de violencia y varios orificios compatibles con arma de fuego en la cabeza.
Lo que en principio se suponía un posible siniestro vial fue descartado cuando se conocieron los primeros informes policiales. La víctima era hermano de un cambista informal al que habían intentado asesinar el 28 de diciembre del 2022 cuando balearon su automóvil, pero la lluvia de disparos acabó con la vida de su esposa, una docente identificada como Carla Betiana De Olivera (37).

Las primeras medidas dispuestas por el juez de Instrucción de San Pedro, Ariel Belda Palomar, presente en el lugar, fueron que se ubique a los familiares y que se realice un allanamiento en el barrio Ana María Mogas donde la víctima residía en un inquilinato.
En ese lugar no hallaron pistas ni elementos de interés ya que solamente encontraron un colchón de dos plazas. Por la tarde del día en que apareció el cadáver, dos familiares confirmaron que se trataba de Juan Batista Camargo.
Los mismos dijeron que el joven era oriundo de Bernardo de Irigoyen pero que residía en San Pedro hace unos cinco meses porque lo habían amenazado de muerte en aquella localidad, sin aportar más detalles.
Todo podría estar relacionado al comercio informal de mercaderías y contrabando, como también al cambio de divisas en la zona de frontera. Es por ello que se piensa que el hecho puede encuadrarse a un “ajuste de cuentas”.
Durante los próximos días el juez de Instrucción 1 de San Pedro, Ariel Belda Palomar, indagará al sospechoso en tanto que hay testimoniales importantes previstas que comenzarán a tomarse en las horas venideras en la sede de dicho juzgado.