En Posadas, los vendedores del Parque de la Salud se enfrentan a obstáculos con el Municipio, que ha decidido restringir la venta de sus productos en la vía pública. Aunque algunos han logrado renovar sus permisos anuales, los puestos ubicados en las veredas de las avenidas López Torres y Cabred recibieron la noticia de la Secretaría de Movilidad Urbana de que ya no podrán seguir ofreciendo sus productos en esos espacios. Según expuso una de las vendedoras, le advirtieron que sus puestos podrían ser retirados con presencia policial.
PRIMERA EDICIÓN se acercó al lugar y dialogó con tres de las feriantes del lugar que expusieron sus inquitudes.
“Este es nuestro ingreso diario y todos estamos en la misma situación. No quieren dejarnos trabajar. Yo no tengo otro trabajo, otro ingreso. Vivimos de esto y bueno la verdad que sí estoy triste y tenemos también mucha bronca porque nosotros acá no estamos molestando a nadie como dicen. Como ven están nuestros puestos y la gente puede pasar por acá tranquilamente porque no estamos molestando a la gente que viene al hospital”, relató Mariela.
Asimismo agregó: “La gente que viene al hospital es la que nos compra . Ustedes son testigos de cómo están nuestros puestos y que no molestan a la gente que pasa por acá”.
Cabe resaltar, que se trata de puestos de venta de indumentaria usada, juguetes, accesorios, entre otras cosas y no así los que venden productos alimenticios, que también se encuentran en la zona.
Por otro lado, “Candy” otra de las vendedoras expuso: “Cumplimos a la medida con lo que piden: mantener limpio el lugar y somos todos respetuosos. Necesitamos que nos dejen y si tenemos que poner un perchero lo ponemos, el no colgar también por el tejido del hospital que es otra regla también. No nos saquen este ingreso, para nosotros hoy es nuestro día a día. No vendemos mucho pero nos sirve”, agregó.
Si bien, las vendedoras realizaron los trámites correspondientes para obtener su autorización provisoria, tienen el OK desde el edificio central de la Municipalidad ,pero desde la Secretaría de Movilidad Urbana, que se encuentra a dos cuadras del lugar, le comunicaron que no pueden seguir vendiendo sus artículos allí.
“Vienen siempre a ver cómo estamos ubicados, les molesta que estemos en el tejido, que pongamos fuera de la vereda, pero tratamos de cumplir las reglas. Para mí también este es mi único ingreso. Yo no tengo otro ingreso, no puedo cobrar ni siquiera una asignación para decir ‘bueno me mantengo con eso'”, comentó Viviana, otra vendedora.
“Yo creo que somos un servicio a la gente porque la gente se rebusca muchísimo de la ropa usada, porque vos te vas al centro a comprar una campera y vale 40.000 pesos. La gente del interior sobre todo son nuestros mejores clientes, y lo primero que hacen es comprarnos a nosotros y después se van a su turno”, añadió, recalcando que la mayoría de sus clientes son ciudadanos del interior de la provincia que llegan por cuestiones médicas a la ciudad y dada las urgencias de los casos, muchas veces acceden a artículos o prendas en estos puestos de venta.
Hace aproximadamente un mes, “nos dijeron directamente ‘no pueden trabajar’ porque interrumpimos el paso a la gente”, contó Viviana, quien argumentó que existe un “desencuentro” en las disposiciones ya que “este año todas hicimos la habilitación a principio año. En la Municipalidad te dan la habilitación temporal pero después viene Movilidad Urbana y te dice que no estás habilitado”. Los vendedores tuvieron que abonar por dicho trámite.
Por otro lado, según expuso, la directora de dicha secretaría le comunicó que si bien ellos vinieron a advertirles, desde otro sector del municipio podrían hacerse presentes en el lugar con presencia policial para efectuar la orden. “No sé con qué criterio, es ropa usada”, dijo.
También expuso que cree que esta es una “queja” que comenzó en los comerciantes que la zona (quienes tienen locales) y sostienen que están dispuestas a acatar las normas si les permiten quedarse en el lugar.
“Siempre priorizó como digo lo que es la comida para los chicos, para todos y no tenemos otra cosa. Para mí tendrían que venir y decir ‘le damos 1 metro por 1,50 arreglense’ , pero vos tenés la oportunidad por lo menos de tener una mesa para mostrar las cosas”.
Por último, contaron que el municipio le propone cambiarse de lugar pero con una menor disponibilidad de días. Algunos tienen sobre la mesa la posibilidad de moverse al barrio Santa Rita o Plaza Sarmiento en Villa Cabello pero solamente los fines de semana. “Me alcanzaría para comer los sábados, domingos o lunes”, expuso Viviana.