La autopsia a los presuntos restos óseos de Jorge Omar Rivero en el barrio Los Cedros de Puerto Iguazú “no arrojó resultados determinantes de la causa de la muerte”, confió una fuente.
El análisis que efectuaron los forenses fue “descriptivo de los tipos de huesos que se rescataron, como así también de los estados de conservación de los mismos”, agregó un vocero. De esta manera “quedó casi descartado el uso de arma de fuego porque no se registró impacto de proyectiles”.
Si bien los daños en el cráneo podrían ser una de las causas, “resulta imposible determinar si fue producido antes del fallecimiento o posteriormente”, aclararon las fuentes.
Se presume que se trata del joven que estuvo desaparecido desde enero pasado debido a que se encontró un documento nacional de identidad que le corresponde.
Se ordenará un ADN para determinar fehacientemente su identidad y el caso sigue siendo investigado como homicidio.
El cadáver fue arrojado al pozo de poco más de cuatro metros de profundidad con una pesada piedra encima lo que impidió que flotara.
“Jorgito” tenía 29 años y desapareció cerca de dicho pozo, a mediados de noviembre de 2023, según lo denunció su hermana hace diez días en la comisaría Segunda de Puerto Iguazú.
El viernes pasado a la siesta, el cuerpo de rescatistas solicitados por la Justicia, encontró en la perforación el supuesto cadáver de Rivero, lo que habría corroborado el dato de los investigadores y las denuncias de la familia de la víctima de un supuesto ataque a golpes en el mismo predio por parte de dos jóvenes de 19 y 23 años, uno de ellos considerado amigo de “Jorgito”. Ambos están detenidos.