Cada vez son más frecuentes en consultorios de psicología infantil las demandas por niños que atraviesan episodios de rechazo por parte de sus amigos o compañeros en el espacio escolar. En esos casos es interesante identificar si el niño se encuentra solo o aislado al ser rechazado.
Motivos del rechazo
Dentro del rechazo, hay que diferenciar cinco perfiles de los niños, pero que pueden darse combinados (el nombre a cada perfil es el expresado por los niños en las terapias):
1. Agresivo
No respeta a los demás ni física ni verbalmente y, lógicamente, los otros le rechazan.
¿Qué podés hacer?
- Controlar la agresividad a través de técnicas de relajación.
- Favorecer la empatía, mediante el reconocimiento de los sentimientos ajenos. Hazlo a través de
tus comentarios y con cuentos en los que se expresen diferentes sentimientos. - Facilitarle y prestarle atención como refuerzo cuando muestre una actitud adecuada.
2. Mandón
Siempre está dando órdenes a los demás, lo que termina provocando su expulsión del grupo.
¿Cómo puedo ayudarlo?
- Enséñale a sugerir en lugar de ordenar, a aceptar negativas, a saber escuchar y a llegar a acuerdos.
- Fomentar la práctica de juegos y deportes de cooperación.
- Proporcionar un ambiente democrático en el hogar compartiendo opiniones o razonando las decisiones.
3. Pesado
Es demasiado dependiente de los otros, siempre encima de algún niño, sin embargo, aporta poco personalmente.
¿Cómo ayudarlo?
- Favorece su relación con distintos niños y en diferentes ambientes.
- Enséñale a proponer ideas.
- Fomenta un ambiente de mayor autonomía en casa: delega responsabilidades en él que favorezcan su independencia.
4. El que todo lo sabe
Se siente don perfecto. A sus buenas notas, se suele añadir un trato preferencial por parte de su profe. Es disciplinado, obediente, aplicado y poco dado a ayudar a los que no son tan buenos como él. Los demás niños le rechazan por su actitud distante y sus aire de superioridad.
¿Qué hacer para que se adapte?
- Multiplica la presencia de otros niños en casa sobre todo si es hijo único.
- Procura organizar juegos en los que él no destaca especialmente.
- Estimula actitudes generosas y respetuosas hacia otros niños.
- En casa, sé estricto con su comportamiento hacia los mayores. No le permitas que intervenga de forma inadecuada en las conversaciones o se exprese con soberbia.
5. El tímido
Cuando se hace en clase un estudio de interrelaciones con preguntas como: ¿a quién elegirías para un trabajo escolar y a quién no?, ¿a quién invitarías a tu cumpleaños y a quién no?… el niño tímido nunca aparece en las respuestas porque se trata de alguien que no está en la mente de los compañeros, que pasa desapercibido.
Cómo ayudarlo
- Pregunta a su profesor qué compañero ve más compatible con tu hijo y empieza por fomentar esa relación invitándole una tarde a casa o a ir juntos al cine.
- Anímale a practicar alguna actividad en equipo como teatro o fútbol.
- Ayudalo a identificar los temas de interés comunes al grupo -serie de televisión, equipo deportivo- para facilitar el contacto exitoso.
- No utilices el apelativo de “tímido”, ya que las etiquetas tienden a enquistarse en los niños.
- Le favorece un hogar abierto al exterior (permitirle traer amigos, dejarle ir a casa de otros niños) y padres extrovertidos.
Es importante siempre estar atentos a la personalidad de cada niño
La forma de ser y los deseos de tu hijo son determinantes a la hora de relacionarse. No se trata de hacer de él un niño popular, sino feliz.
Los padres, a veces, nos obsesionamos con que nuestro hijo tenga más amigos y uno o dos nos parecen insuficientes. Sin embargo, primero debemos observar cómo se siente él con esa situación.
El aislamiento o el rechazo sí provoca infelicidad en el niño, pero el hecho de tener pocos amigos no siempre produce desasosiego.
Por la psicóloga Cecilia Castillo
(Publicado originalmente en la revista SextoSentido de PRIMERA EDICIÓN el 9 de junio de 2019)