La ola de frío polar se encuentra sobre el país. Además de personas y animales, quienes también lo sufren son las plantas con las heladas que pueden darse debido a las bajas temperaturas.
Existen heladas negras y heladas blancas, donde una de las dos es más dañina. Reconocerlas y diferenciarlas es muy importante, porque esto determinará las acciones a seguir para prevenir o no daños en los cultivos, en los pastos, en las flores.
Heladas blancas

Las heladas blancas son las más tradicionales en el país y aún más en Misiones. Son las que cubren con un manto blanco las plantaciones y las pasturas, como ocurrió días atrás en la provincia. Se produce con frío y humedad. Cuando la temperatura está por debajo de 0°C y hay suficiente humedad en el ambiente (por encima del 60%), aparece hielo en forma de pequeños cristales que se adhieren sobre cualquier superficie sólida (hierbas, plantas, frutos, etc.) otorgándoles un aspecto blanquecino.
Estas heladas no suelen ser dañinas para el campo y protegen la parte interna de las plantas, ya que el hielo actúa como anticongelante.
Heladas negras

En cambio, las heladas negras son un fenómeno muy temido por los agricultores, pero desconocido para otras personas. Se producen cuando la temperatura baja por debajo de los 0ºC pero no se forma escarcha. Esto sucede porque el aire está tan seco que la temperatura no iguala a la de rocío, por lo tanto, no se produce condensación ni formación de escarcha. El cielo cubierto o semicubierto y, la turbulencia en capas bajas de la atmósfera favorece la formación de este tipo de heladas.
Al respecto, José Olinuk, agrometeorólogo del INTA Cerro Azul explicó que “la helada negra se da en Misiones muy pocas veces porque la humedad del aire es bastante importante, se forma rocío y en consecuencia se forman escarchas (helada blanca)”, aseguró a la web de PRIMERA EDICIÓN.
Sumó que “puede haber, pero en días con la humedad relativa muy baja, con muy poco de viento para que no se genere nada de rocío y no haya qué congelar, y no genere helada blanca”.
Y aclaró que “la helada negra es más para un lugar del sur de nuestro país, porque ya son temperaturas que podrían congelar hasta el subsuelo y acá nunca tenemos temperaturas tan bajas”.
Cómo prevenir las heladas
En este tramo, Olinuk aclaró que las heladas en general en Misiones “son muy puntuales y son muy poco frecuentes”, por lo que no es necesario estos sistemas de prevención. Además, “en consecuencia, no tenemos infraestructura como para luchar contra estos fenómenos”, dijo.
En caso de que si ocurriese una helada negra, con plantas al aire libre, hay sistemas para prevenirla:
- Proteger las raíces de la planta con una capa de hojas que impida al frío entrar al subsuelo, así evitaremos que el agua que haya en los poros se congele. Esto sirve sobre todo cuando hablamos de proteger a árboles o plantas que no están en reposo vegetativo.
- Colocar un sistema que se encargue de rociar la planta con agua desde el momento en que la temperatura baja de 1ºC. Así, haremos que debido a las bajas temperaturas, el agua se congele sobre hojas y ramas. Cuando se congela, el agua libera calor latente (80 calorías/gramo) que hace que las temperaturas que soporta la planta no sean tan bajas. Además, el hielo que se forma hace que los tejidos estén protegidos, no bajando en ellos las temperaturas de 0ºC.
- Inundar el suelo, método que se basa en el mismo principio que la protección por aspersión. El objetivo es inundar el terreno para evitar que este se enfríe. Solo se puede realizar en cultivos tolerantes a la asfixia radicular. Es muy eficaz en cultivos bajos.
- También es bueno no arar mucho la tierra en invierno, porque así la costra dura que se forma en la parte de arriba aísla al suelo del frío.
- Colocar ventiladores, que se encarguen de mover el aire evitando una bajada muy fuerte de las temperaturas. Sobre todo para heladas de radiación en las que el frío se acumula cerca del suelo, con temperaturas más altas según aumentamos de altura en la atmósfera.
- Poner algún sistema que proporcione calor a las plantas durante la noche, como quemadores de distintos tipos de combustibles.
- Protección con plásticos o lonas que cubran a los cultivos.
A tener en cuenta
Las heladas invernales y primaverales afectan los cultivos con menor o mayor intensidad. En algunos casos pueden dejar sin cosecha, mientras que en otros casi no afectan la producción. Tener claro esto es básico para decidir si es necesario incorporar sistemas de control de heladas. Como en todo, hay que hacer balance entre los riesgos de tener el sistema o no tenerlo.
Fuente: Infocampo/INTA.