Hoy culmina la primera mitad del calendario escolar en la provincia de Misiones y desde la Asociación de Transportes Escolares de Misiones (ATEM), a modo de balance, indicaron que fueron meses “duros” donde en líneas generales trabajaron “bien” pero la suba, principalmente del costo del combustible y del seguro les impidió sostener el precio del servicio con el que iniciaron el año. Además, anticiparon un posible aumento que se implementaría en agosto o septiembre.
La vicepresidenta de la ATEM, Rosi Ocampo, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “este cambio de gobierno nos generó expectativas sobre qué podía suceder con nuestra actividad y hoy podemos afirmar que fue una primera mitad de año dura. Siempre atendiendo a lo que sucedió con todos los asociados, entendemos que se trabajó a mitad de la capacidad pero con algunos que tuvieron sus vehículos completos o casi completos”.
La transportista que ya lleva tres décadas en la actividad, consideró que los 70 mil pesos que terminaron cobrando “es muy barato si lo comparamos con el Uber, taxi o remís, porque brindamos un servicio puerta a puerta y si se divide por cada día de clases, las cifras nos dan la razón”.
Además, agregó que “hastaes otro trato que le damos a los chicos, es algo personalizado y los acompañamos cada día del año en el que tengan clases. Lógicamente que entendemos la situación económica de los padres también pero en junio nos vimos obligados a incrementar 10 mil pesos el costo de la cuota porque habíamos arrancado con 60 y los números no nos cerraban”.
Un “retoque”
Ocampo también anticipó que en ATEM “estamos hablando sobre otro aumento que podríamos implementar en agosto o bien en septiembre porque sigue subiendo el combustible, los impuestos y el seguro, entre otros. El mantenimiento de la combi se encareció pero muchos padres evalúan los costos y nos dan la razón porque saben que si tienen que mover todo el mes el auto para llevar y traer a su hijo les saldrá más caro”.
Detalló que “el seguro antes se renovaba cada seis meses y uno sabía que durante ese período no habría variaciones pero ahora es cada tres meses. Además, a partir de este año se incrementó al doble y dependiendo de la cobertura al triple de lo que veníamos pagando”.
Acerca de cómo observan las proyecciones para la segunda mitad del año en la actividad de los transportistas escolares, Ocampo dijo que “tenemos que ser positivos porque es nuestra fuente de trabajo y ya pasamos por situaciones complejas en varias oportunidades”.
Además, Ocampo comentó que “la aparición de los Uber y su ‘legalización’ a principio de año provocó que algunos padres envíen a sus hijos a la escuela utilizando ese medio pero luego tomaron conciencia que el trato, la seguridad no es para nada comparable con nuestro servicio. Un taxista o un uber no puede detenerse y llevarlos hasta adentro de la escuela si son pequeños o no van a constatar que los niños entren, a veces deben parar más adelante, son miles de variables que pueden presentarse. Y los hijos son lo más preciados para cualquier familia”.
“Aumentar no depende de nosotros”
Otro de los transportistas escolares, Luis Romero, también comentó a este medio que “en mi caso, entre el turno de la mañana y de la tarde, transporto a treinta chicos y considero que es un buen número. Creo que aumentar el precio no depende de nosotros, eso nos marca la realidad porque si se mantiene todo estable sería ideal pero ocurre que vamos a hacer un cambio de aceites y filtros y los costos se disparan. Así que veremos en estas dos semanas de vacaciones qué sucede con nuestra economía”.
Agregó que “los impuestos que nos cobran son muy elevados, una vergüenza comparado con otras provincias, lo que termina reduciendo el margen de ganancia, te queda solo para pagar cuentas y darte algún gustito. Pero si querés cambiar la unidad o modificar tu casa, ya no se puede, es imposible”.